5 potenciadores naturales de energía durante el embarazo
¿El cansancio abrumador fue una de las primeras señales de que estabas embarazada? Puedes agradecérselo a tus hormonas (suelen ser las responsables de la mayoría de los efectos secundarios no deseados por las mujeres). El aumento de la progesterona y el agotador trabajo de crecimiento del bebé, junto con los cambios en el nivel de azúcar en la sangre, el volumen sanguíneo y la presión arterial, son suficientes para que te sientas agotada.
Es posible que te sientas tentada de recurrir a un refresco o a una barra de chocolate (y, por supuesto, puedes hacerlo si lo deseas. Lee nuestro artículo La cafeína durante el embarazo para saber qué cantidad es segura), pero para que tengas otros potenciadores de energía más duraderos y sostenibles en tu arsenal, aquí tienes 5 potenciadores de energía naturales que te ayudarán a ganar la batalla de la fatiga del embarazo.
5 potenciadores naturales de energía durante el embarazo
1. AguaLa fatiga suele ser la primera señal de que no se está bebiendo suficiente agua. Mantenerse hidratada durante el embarazo es vital. El agua es necesaria para ayudar a transportar los nutrientes a las células y ayuda a reponer el suministro de líquido amniótico. Intenta beber al menos 2 litros de líquido al día (de media, ya que esto puede variar de una mujer a otra), que también puede provenir de otras bebidas, como el agua de coco y el té. Bebe agua a sorbos durante todo el día y, si te aburres de ella, añade un poco de menta, pepino, limón, lima o bayas congeladas para darle más sabor.
2. Alimentos ricos en hierroLas 5 mejores posiciones de sexo durante el embarazo para probar si todavía lo sientes.
Lo que hay que saber sobre la prueba de la glucosa durante el embarazo y 5 consejos de preparación
Muchas mujeres embarazadas pueden tener un nivel bajo de hierro porque producen mucha más sangre, sobre todo en las últimas etapas, cuando el cuerpo se prepara para el parto. Hazte un chequeo de tus niveles de hierro y dale a tu dieta un buen empujón de hierro para ayudarte con la fatiga. Entre los alimentos ricos en hierro se encuentran las espinacas, la carne de vacuno magra, el salmón, las lentejas, el brócoli y el boniato.
3. ProteínaLos alimentos proteicos son estupendos para proporcionar energía duradera y detener los locos picos de azúcar en sangre. Los frutos secos son un tentempié proteico ideal que puedes llevar en el bolso para obtener un impulso de energía cuando lo necesites, y contienen grasas saludables y magnesio para mantenerte durante más tiempo. Intenta comer pequeños trozos de carne, aves, marisco o legumbres cada día.
4. Alimentos con vitaminas BLas vitaminas B son maravillosas para la energía y perfectas para las mujeres embarazadas con anemia, dado su papel en la regeneración de la sangre. Disfruta de un poco de avena en el desayuno, y luego añade productos lácteos, huevos, carne, vísceras, semillas de girasol y verduras de color verde oscuro en las demás comidas. El cuerpo no puede almacenar las vitaminas B durante mucho tiempo (aparte de la B12), así que tendrás que seguir obteniéndolas a través de la alimentación.
5. FibraAdemás de ayudarle a sentirse saciado, la fibra puede ayudar a regular y controlar el azúcar en sangre. También tiene la ventaja añadida de mantener la regularidad, prevenir el estreñimiento, reducir la presión arterial y disminuir los riesgos del embarazo, como la preeclampsia. Varía tu dieta con alimentos ricos en vitaminas y minerales, como fresas, manzanas, plátanos, judías, frutos secos, cereales integrales, arroz integral, zanahorias y tomates.
La frecuencia de las comidas también es importanteComer poco y con frecuencia durante el embarazo es beneficioso, sobre todo si no puedes soportar comidas copiosas. Aunque las náuseas y los vómitos hayan desaparecido, la expansión del útero durante el embarazo dificulta la ingesta de comidas copiosas. Comer poco y con frecuencia ayuda a reducir el ardor de estómago y otros problemas digestivos.
Si haces todas estas cosas y llevas una dieta equilibrada, es buena idea que hables con tu médico, matrona, nutricionista o naturópata para descartar cualquier problema subyacente.