Receta para niños: sándwich de rúcula

Las prisas o la falta de tiempo hacen que, en ocasiones, la merienda se convierta en una comida poco saludable para los más pequeños con el abuso de la bollería industrial, los dulces, las chucherías u otros alimentos que no les aportan ningún nutriente y, además, contribuyen a aumentar la obesidad infantil. Es importante que a la hora de la merienda les demos alimentos sanos que les aporten mucha energía ya que salen del colegio o la escuela con mucha hambre. Te proponemos una receta para niños de sándwich de rúcula.

Ingredientes

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4 rebanadas de pan de molde (preferiblemente integral), 100 gramos de rúcula, un tomate, una cebolleta, 4 palitos de cangrejo, una pizca de mayonesa (opcional), mantequilla o aceite.

Preparación

Paso 1

Unta el pan por ambos lados con una pizca de mantequilla, margarina o un poco de aceite. Mientras, calienta una sartén a fuego medio y tuesta el pan hasta que esté dorado. Este paso es opcional, puedes dejarlo sin tostar o hacerlo en la tostadora en lugar de la sartén, en cuyo caso no es necesario que utilices si no quieres la mantequilla o el aceite.

Paso 2

Lava las hojas de rúcula y pícalas. Haz lo mismo con el tomate y la cebolleta. Corta el tomate en rodajas. Si has comprado los palitos de cangrejo congelados, ponlos en un bol con agua templada durante cinco minutos, escúrrelos y córtalos en tiras o en taquitos. Si no están congelados, puedes utilizarlos directamente.

Paso 3

Monta el sándwich con todos los ingredientes. Extiende una capa de mayonesa sobre el pan para que esté más jugoso (opcional), pon la rúcula, la cebolleta, el tomate y, por útlimo, los palitos de cangrejo. Coloca la otra tapa del pan y ¡a disfrutar de una merienda rica y sana!

En esta receta para niños de sándwich de rúcula, puedes modificar la hoja verde y cambiarla por canónigos o lechuga. Recuerda que ésta última no es recomendable por la noche ya que provoca muchos gases y tal vez se acuesten incómodos. Los palitos de cangrejo le aportan un sabor diferente que a los peques suele gustarles mucho y, además, es un pescado bajo en grasas y azúcar, aunque también puedes cambiarlo por atún.