8 padres que dejan que sus hijos se maquillen

Petite 'n Pretty es una nueva marca de maquillaje diseñada para ofrecer a los "jóvenes creativos la mejor primera experiencia de belleza". En otras palabras, es maquillaje para niños de cuatro años (y sus hermanos mayores). Puede que los productos hayan servido para rellenar los calcetines en estas fiestas, pero también han causado un revuelo no tan bonito. La empresa ha suscitado tanto críticas como superfans, y ha abierto claramente el diálogo sobre la relación entre los niños y la belleza.

Kim Kardashian probablemente ha tenido esa conversación toda la semana después de que North West, de 5 años, llevara un lápiz de labios rojo brillante a una fiesta de Navidad, supuestamente para promocionar un próximo tono de KKW Beauty. Así que en el espíritu de la sombra, preguntamos a ocho padres por sus propias opiniones -positivas, negativas, conflictivas, ambivalentes- sobre los niños y el maquillaje.

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Bromeo diciendo que mi hija tiene 6 años y va a cumplir 16. Al principio me oponía mucho al maquillaje porque pensaba que no lo necesitaba para sentirse guapa y no quería que se sintiera así. Quería que se sintiera guapa en su propia piel. Pero mi hija es una chica muy femenina. Se inclina naturalmente por el peinado, el maquillaje y las uñas, todo lo contrario que yo. Así que ahora la dejo tener su propio maquillaje y esmalte de uñas. Tiene un tocador y un secador de pelo falso, y le encanta.

Soy partidaria de no suprimir lo que les atrae naturalmente. También se siente muy orgullosa y confiada cuando se arregla las uñas o se pinta los labios. Sale a la calle con un pintalabios rosa fluorescente o azul o morado y piensa que está "¡increíble!". Pero no le permito que se lo ponga para ir al colegio, y tengo cuidado de que sólo use productos buenos porque la basura barata me da miedo en su joven piel.

¡El maquillaje en los niños es lo peor! Yo también odio los kits de maquillaje de mentira que venden. ¿Por qué queremos que crezcan tan rápido? Acelera lo rápido que crecen. ¿Quieren cambiar su aspecto? No está bien. No quiero que mi niña juegue con mi cajón de maquillaje y no se lo permito. Eso sólo la anima. ¡Deja que sean niños! Las madres que dejan que sus hijos jueguen con el maquillaje son ridículas y patéticas.

Me importa un bledo que se maquille o no, y eso que soy doctora especializada en salud femenina. Es una actividad divertida y creativa y es un millón de veces más saludable que ver la televisión o comer cubos de caramelos. Miro el maquillaje como lo hago con la mayoría de las cosas relacionadas con la crianza de los hijos: Si tengo neurosis en torno a ello, también la tendrá el niño. Así que si me pongo seria y demasiado analítica sobre su relación con el maquillaje -o su relación con el significado de la belleza-, estoy creando un conflicto dentro de ella; estoy creando una tensión.

Es maquillaje. ¿A quién le importa? La pregunta importante es: ¿Actúo de forma que dé el mensaje de que una mujer necesita ser bella o glamurosa para ser valorada? Nunca. Mis acciones como mujer, madre y ser humano son mucho más importantes que si mi hija se divierte metiendo los dedos en una sombra de ojos azul con purpurina. Todo el debate es absurdo, si me preguntan -¡y lo hicieron!

Me identifico como no binario pero me parece bien cualquier pronombre. Mi mujer es artista y pasa mucho tiempo vistiéndose para los espectáculos. A nuestra hija le encanta jugar a disfrazarse de princesa y maquillarse y luego correr por ahí fingiendo ser una "princesa rockera". Me gusta seguir su ejemplo. Es decir, si mi madre se ocupó de que yo fuera un "niño pequeño", de que llevara toda la ropa de los niños y de que jugara con juguetes de niños y de que escarbara en busca de gusanos para luego traerlos a casa, mi hija puede hacer lo que quiera. Nuestra hija puede explicar muy bien lo que es una persona transgénero. Sólo dice que la gente puede ser lo que quiera, ¡pero ella es y siempre será una niña princesa!

Dejo que mi hijo y mi hija jueguen con el maquillaje. Para mí, se trata de libertad de expresión. Lo veo como una forma de disfrutar y abrazar nuestra piel oscura y hermosa. He visto esa marca Petite 'n Pretty y el producto me ha parecido muy bonito, pero el nombre me parece problemático. No parece tan progresista. Dicho esto, el maquillaje es arte, y yo digo que lo traigan.

Soy madre de cuatro hijos y tengo dos hijas. A mi hija mayor le encantaba jugar a maquillarse desde muy pequeña, como a los 5 o 6 años. En ese momento yo trabajaba como maquilladora para Estée Lauder, así que entiendo perfectamente su obsesión. Quería "jugar a maquillarse" como lo hacía mamá. Podía llevar el maquillaje dentro de casa y me parecía bien. En público, ¡no! A mi hija menor no le gusta el maquillaje y ni siquiera quiere jugar con él. Creo que jugar en casa -y sólo en casa- es una expresión de creatividad y diversión. Pero todo el asunto de la Mamá Bailarina, con chicas jóvenes que se ponen en plan JonBenet, me resulta extraño.

A edades tempranas, los niños sólo quieren ser como cualquier persona que les guste y que lleve maquillaje. Yo siento lo mismo con los niños pequeños. Para mí no se trata del género. Nada de eso importa cuando los niños son pequeños. No entienden nada de eso. Sólo quieren jugar y divertirse y hacerlo con sus amigos. Están juntos y exploran, y de eso se trata la infancia.

Fui criada de forma estricta por padres inmigrantes. No se nos permitía tocar el maquillaje hasta los 17 años. ¿Y sabes qué? Ahora que tengo niñas, entiendo perfectamente por qué. Yo era una joven muy inocente. Todavía tengo una inocencia en mi corazón y tengo 40 años y estoy casada y claramente no soy virgen. Respeto a mis padres por mantener esas cosas lejos de nosotros y tampoco dejaré que mis hijas se metan en eso. Por lo que a mí respecta, es muy inapropiado.