El cuidado de niños con deficiencias mentales

Para determinar las necesidades en el cuidado de niños con deficiencias mentales, es imprescindible identificar el tipo de retraso en función del grado de rendimiento afectivo, social y de adaptación de la persona que lo padece. Según los especialistas, se pueden establecer tres grandes grupos:

Retraso mental profundo

El cuidado de niños con trastornos mentales

El cuidado de niños con fiebre

En estos casos existe una incapacidad absoluta para todo tipo de aprendizaje, ausencia de juicio y falta de reconocimiento de los objetos e incluso de la mayor parte de las personas. Suelen ser niños que viven completamente aislados, que no tienen conciencia de su existencia, ni de las personas que lo rodean. Reaccionan de forma brusca ante los estímulos externos y tampoco son conscientes de sus necesidades.

Retraso menos profundo

Disponen de capacidad limitada para el aprendizaje. Suelen sufrir desorientación en el espacio y en el tiempo. La afectividad en este tipo de retraso mental es superficial y con tendencia al egocentrismo. Asimilan mal las frustraciones y les interesan sólo las cosas que puedan conseguir de forma inmediata. La agresividad forma parte de su carácter. En estos casos el nivel de conciencia es superior que cuando el retraso es más agudo, aunque todavía sigue siendo restringido.

Retraso leve

Este tipo de trastorno se caracteriza por la pobreza de su juicio y las dificultades de discernimiento y abstracción. Tiene problemas para el desarrollo del lenguaje, la lectura, la escritura y el cálculo. También le fallan la memoria, la atención y la comprensión.

Independientemente del grado de deficiencia, un aspecto que los padres deben tener en cuenta en el cuidado de niños con deficiencias mentales es que no deben sobreprotegerlo, sino proporcionarle las herramientas necesarias para poder enfrentarse en un futuro a las dificultades que se le presenten. El apoyo que un niño recibe de su familia le empuja a realizar nuevos retos y le capacita para ganar confianza en sí mismo y desarrollar al máximo sus posibilidades.