¿Te sientes agotado? Aquí hay motivos para considerar el 'Slow Parenting' para tu familia

Entre la tecnología en constante evolución, la influencia de las redes sociales y una sociedad que prospera en la competencia y la gratificación instantánea, los padres hoy en día están estresados. Ahí es donde entra el 'slow parenting'. Este enfoque enfatiza la importancia de dar un paso atrás del mundo acelerado de la crianza moderna y, en cambio, centrarse en pasar tiempo significativo con los niños. No es necesario llenar sus días de actividades, deportes y eventos sociales para ayudarles a prosperar—en ocasiones, lo que necesitamos son esos pequeños momentos en los que podemos relajarnos, conectar y apreciar la compañía del otro.

Un enfoque de 'slow parenting' no se trata de hacer menos o ser poco involucrado; se trata de estar más presente y consciente, recordando que la infancia no es una competencia ni una carrera, sino algo fugaz. Los momentos que compartimos con nuestros hijos deben considerarse preciosos. A continuación, exploraremos qué implica el 'slow parenting', sus pros y contras, y cómo ser un padre lento en una sociedad cada vez más acelerada.

¿Qué es el Slow Parenting?

El 'slow parenting' es un estilo de crianza que anima a los padres a tomarse un descanso de la necesidad constante de planificar salidas y actividades extracurriculares. La idea es que, sin un horario tan apretado, los niños tienen más tiempo para jugar, explorar y desarrollarse a su propio ritmo. Y para los padres, es una oportunidad para descansar del mundo competitivo y acelerado de la crianza moderna, que exige cada vez más tiempo y energía.

En su esencia, el estilo de 'slow parenting' enfatiza la calidad sobre la cantidad: cómo se pasa el tiempo es más importante que el número de actividades en las que se participa.

Orígenes del término 'slow parenting'

El concepto fue introducido por el autor canadiense Carl Honoré en su libro de 2009, “Under Pressure: Rescuing Our Children from the Culture of Hyper-Parenting.”

En ese libro, Honoré explica que los padres lentos encuentran un equilibrio en la vida familiar, dando a sus hijos mucho tiempo y espacio para explorar y crecer a su propio ritmo. Mantienen un horario manejable que incluye tiempo de inactividad para relajarse y conectar. En última instancia, el 'slow parenting' se trata de permitir que los niños descubran quiénes son, en lugar de moldearlos a lo que los padres (o la sociedad) piensan que deberían ser.

Características del Slow Parenting

Estas son algunas de las características más comunes de los padres lentos:

  • Son pacientes con los intereses de sus hijos, evitando la urgencia de apresurarlos a actividades o deportes.
  • Valor tienen la calidad del tiempo con sus hijos, incluso si eso significa pasar más tiempo en casa.
  • Son flexibles y están abiertos a cambiar planes o ajustar horarios según las necesidades de sus hijos, en lugar de seguir una rutina rígida.
  • Creen que la infancia no es una competencia, centrándose en el bienestar y el crecimiento personal de sus hijos en lugar de compararlos con sus compañeros.
  • Prioridad en fortalecer el vínculo padre-hijo en lugar de tratar de programar actividades para mantenerlos ocupados.
  • No sienten la necesidad de mantener a sus hijos ocupados todo el tiempo; la relajación y el tiempo libre son una prioridad.
Ejemplos de Slow Parenting
  • Reducir la presión para inscribir a los niños en numerosas actividades extracurriculares a menos que ellos expresen un interés claro.
  • Darle a los niños la oportunidad de entretenerse y jugar de manera independiente, en lugar de idear inmediatamente una actividad divertida para ellos.
  • Fomentar el juego no estructurado, como el juego independiente o de simulación, paseos por la naturaleza o explorar el patio trasero.
  • Sentar a la familia a comer sin distracciones o pantallas, enfocándose en la experiencia de comer juntos, charlar y compartir sobre el día.
  • Tomar descansos regulares de dispositivos y redes sociales, reemplazando ese tiempo con actividades familiares como juegos de mesa o simplemente pasar el rato juntos.
Pros del Slow Parenting

El 'slow parenting' puede ser increíblemente beneficioso si buscas una manera efectiva de prevenir el agotamiento, tanto para ti como para los niños.

Aquí hay más pros del 'slow parenting':

  • Al dar un paso atrás de un estilo de vida acelerado y sobreprogramado, puedes enfocarte en lo que realmente importa: pasar tiempo de calidad juntos y permitir que tus hijos disfruten su infancia.
  • Aliviar la presión de mantener horarios ocupados con otras familias puede disminuir la ansiedad parental y el impulso innecesario de ser el padre o madre perfecta.
  • Cuando permites que tus hijos (sin importar su edad) elijan las actividades y experiencias que desean seguir, eso fortalece naturalmente la relación padre-hijo.
Slow Parenting no es perezoso

Es importante señalar que el 'slow parenting' no se trata de ser un padre distanciado o de renunciar a cualquier tipo de estructura o rutina en la vida de tus hijos; se trata de ser más intencional con tu tiempo y energía. En lugar de intentar seguir un horario lleno, los padres lentos priorizan el tiempo a solas con sus hijos, donde se sienten conectados con sus pensamientos y sentimientos, o participan en conversaciones significativas que hacen que sus hijos se sientan valorados y amados.

Contras del Slow Parenting

Como con cualquier estilo de crianza, el 'slow parenting' no es para todos. Si bien ofrece muchos beneficios, algunos pueden sentir que el enfoque es demasiado relajado o desestructurado.

También puede ser un desafío para los padres con carreras ocupadas, así que si eres un padre trabajador deseoso de probar este estilo de crianza, tómate las cosas con calma si tu familia tiene dificultades para adaptarse.

Por supuesto, una de las razones más comunes por las cuales el 'slow parenting' puede ser desafiante para algunos es debido a la presión que sienten los padres para siempre hacer y dar más a sus hijos, ya sea entretenimiento o mantenerlos activos.

Consejos para Practicar Slow Parenting

Implementar el 'slow parenting' no significa necesariamente eliminar todas las actividades extracurriculares de la vida de tu hijo. En cambio, prueba implementarlo de maneras simples para ayudar a aliviar cualquier estrés innecesario:

  • Estar presente siempre que sea posible. Cuando estés con tus hijos, intenta guardar las pantallas y dispositivos y enfócate en disfrutar y estar en el momento con ellos.
  • Acoge el aburrimiento. Cuando tu hijo te diga “estoy aburrido”, está bien no encontrar una solución de inmediato.
  • Disfruta más del aire libre.
  • Deja a los niños explorar a su propio ritmo.
  • Enfócate en experiencias en lugar de posesiones.
  • Intenta dejar de lado la presión social.
Conclusión

En esencia, el 'slow parenting' permite que los niños tomen la iniciativa y exploren sus propios intereses a su propio ritmo, en lugar de programar constantemente actividades y entretenimiento. Dar un paso atrás y seguir la curiosidad natural de tu hijo puede ayudar a reducir el estrés parental y el agotamiento innecesario. El 'slow parenting' prioriza los momentos alegres y sin prisa que permiten a los niños prosperar. Después de todo, la infancia debería ser saboreada, no apresurada.

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