Síndrome del Bebé en Contenedor
¿Qué es el Síndrome del Bebé en Contenedor? Cada vez más expertos están expresando su preocupación sobre la cantidad de tiempo que los bebés pasan en "contenedores" como asientos de coche, balancines, Rock and Plays e incluso fulares, y ahora esto tiene un nombre: "síndrome del bebé en contenedor".
Desde hace tiempo enseñamos que el tiempo boca abajo es muy importante para el crecimiento y desarrollo de los bebés y nos alegra ver que se está compartiendo más información sobre los peligros de pasar demasiado tiempo en estos dispositivos.
Como padre o cuidador de un infante, sin duda estás consciente de las numerosas opciones de equipo disponibles para los bebés. Los columpios, los asientos balanceadores y los asientos de automóvil son solo algunos de los productos disponibles y publicitados para ayudar a los bebés y a las familias. Pasar un tiempo prolongado a lo largo del día en cualquiera o varios de estos artículos puede llevar a problemas actualmente conocidos como "Síndrome del Bebé en Contenedor".
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Un contenedor para infantes es cualquier dispositivo que limita el movimiento de un bebé e incluye:
- Transportadores para infantes como fulares y mochilas
- Almohadas o cojines de lactancia
- Sillas de piso, asientos de coche y sillas altas
- Saltadores o andadores
- Columpios para infantes
El tiempo en un contenedor puede acumularse rápidamente a lo largo del día si un niño viaja en un asiento de coche, se duerme en un columpio, se sienta en una silla alta y luego se coloca en un andador u otro equipo similar. Cambiar de un contenedor a otro reduce la cantidad de tiempo y la capacidad de un bebé para patear, mover la cabeza de lado a lado, revolver y moverse como se supone que debe hacerlo para desarrollar la fuerza y coordinación necesarias para aprender nuevas habilidades como rodar, sentarse, gatear y caminar.
Mientras que muchos de estos productos hacen que los padres sientan que el bebé está trabajando en estas habilidades al estar de pie en un centro de actividades o sentado en una silla de piso, los contenedores en realidad impiden a los niños sentarse o pararse en una alineación correcta y resultan en una incapacidad para activar músculos importantes. El equipo puede obstaculizar el desarrollo de habilidades y colocar un estrés inapropiado en huesos y articulaciones en desarrollo, poniendo al niño en riesgo de otras lesiones.
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