Un brote de sarampión en Nueva Zelanda provoca una alerta de viaje

Nueva Zelanda se enfrenta actualmente a una epidemia de sarampión, la peor de los últimos 22 años. En lo que va de año, se han notificado 849 casos, de los cuales casi un tercio han aparecido en las dos últimas semanas, la mayoría en Auckland.

Si tiene previsto viajar a o desde Nueva Zelanda, asegúrese de que su familia está vacunada al menos dos semanas antes. No hay nada que impida que se produzca un brote en Australia si el virus es introducido por personas no vacunadas.

La Primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, insta a la población a vacunarse. Según declaraciones a Radio New Zealand: "Me preocupan aquellos que deciden no vacunarse, es lo más importante que podemos hacer para prevenir la propagación de un brote como este, así que de nuevo animamos a todo el mundo a que se asegure de estar vacunado".

¿Quién corre más riesgo durante un brote?

Durante un brote, cualquier persona que no haya sido vacunada está en riesgo (según el Royal Children's Hospital):

  • Bebés menores de 12 meses, que son demasiado pequeños para ser vacunados
  • Inmunocomprometidos (tienen el sistema inmunitario debilitado a causa de medicamentos o enfermedades)
  • Niños
  • Mujeres embarazadas
  • Personas nacidas durante o después de 1966 que no hayan tenido sarampión o que no hayan recibido dos dosis de la vacuna contra el sarampión
¿Cuándo se administra la vacuna contra el sarampión?

En Australia, la vacuna triple vírica se administra a todos los niños a los 12 meses, y una segunda dosis (MMRV) a los 18 meses, según el Royal Children's Hospital. Estas vacunas cubren el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela.

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es un virus muy contagioso que provoca fiebre y una erupción cutánea característica, que se propaga a través de las gotitas que se producen al toser o estornudar. Los síntomas pueden tardar entre 10 y 12 días una vez expuestos al virus, por lo que podría contagiarse antes de que la persona sea consciente de que lo tiene. Comienza con síntomas parecidos a los del resfriado, como fiebre, tos, secreción nasal y letargo, antes de que aparezca una erupción roja y con manchas.

Si tiene previsto viajar con su bebé (que es demasiado pequeño para la vacuna) intente evitar a las personas y los lugares relacionados con el sarampión durante un brote. Considere la posibilidad de retrasar el viaje porque el sarampión puede ser muy grave en los lactantes. Las mujeres embarazadas ya deberían haber sido vacunadas contra el sarampión y, por tanto, estar protegidas contra la enfermedad.

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