Comprender las aversiones alimentarias en el embarazo y lo que puede hacer

Es posible que haya oído hablar de ella antes, que la haya experimentado usted misma o que haya estado cerca de una futura mamá con preferencias alimentarias estrictas para evitar la sensación de malestar, también conocida como aversión alimentaria durante el embarazo. La aversión alimentaria puede describirse como una aversión intensa a un alimento específico causada por su aspecto, olor o sabor. Una persona puede tener una aversión tan fuerte que sólo el olor o el sabor pueden provocarle náuseas, vómitos, tos o arcadas. Durante el embarazo, el apetito de la mujer cambia constantemente, y es frecuente que la futura mamá experimente un fuerte deseo de evitar ciertos platos aunque le gustaran antes del embarazo.

La aversión a los alimentos durante el embarazo se encuentra entre una variedad de términos que pueden describirse bajo el paraguas de "enfermedad del embarazo." La enfermedad del embarazo abarca episodios de náuseas, vómitos y cambios en el apetito. En los últimos años, han surgido investigaciones en la ciencia biopsicológica que reconsideran la enfermedad del embarazo como un mecanismo de protección del embrión, lo que significa que puede ser una adaptación para proteger al embrión de las fitotoxinas y otros peligros ambientales. Esto significa que las preferencias alimentarias -o aversiones- de una mujer durante el embarazo pueden actuar como protección para el bebé.1

Contenido rápido

¿Qué más provoca la aversión alimentaria durante el embarazo?

Además de desempeñar un papel protector durante el embarazo, las hormonas también pueden hacer que una embarazada experimente una intensa aversión a ciertos alimentos. Las hormonas fluctúan constantemente durante el embarazo, y eso puede conllevar síntomas no deseados. La hormona conocida como hCG, o gonadotropina humana, se produce durante el embarazo y puede provocar cambios en el apetito, episodios de náuseas y aversión a la comida. Esta hormona también puede influir en que las mujeres experimenten un mayor sentido del olfato y del gusto durante el embarazo, lo que puede influir en los alimentos que prefieren comer.2

Aversiones alimentarias comunes

Aunque no todas las mujeres experimentan las mismas aversiones alimentarias durante el embarazo, algunas de las más comunes son la repulsión a la carne, los huevos, el picante, los alimentos grasos, los lácteos o los alimentos con olores fuertes, como la cebolla, el ajo, el vinagre y el pescado. No es la única que siente repulsión por alguno de estos alimentos (u otros). Aproximadamente 6 de cada 10 personas experimentan aversión a los alimentos durante el embarazo, y es frecuente experimentar el punto álgido de la aversión a los alimentos durante las semanas 6 a 14 del embarazo. Después puedes empezar a reintroducir alimentos si los toleras.3

Consejos para

controlar la aversión a la comida durante el embarazo

No se sabe a qué enfermedad del embarazo o aversión a la comida se enfrentará cada futura mamá, y puede ser difícil navegar por la vida cuando se trata de episodios de náuseas o vómitos. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a controlar la aversión alimentaria durante el embarazo.

1. Aprende qué alimentos te provoc an náuseas

Por ejemplo, si quieres asistir a una cena con amigos, pero la cebolla y el ajo te provocan náuseas intensas o asco, sugiere un tema para la cena que no incluya platos con cebolla o ajo. También puedes preparar un plato para llevar que no incluya el alimento o los alimentos a los que tienes aversión, o comunicárselo a tus amigos y decirles que en esta fase del embarazo son alimentos desencadenantes con la esperanza de que lo entiendan.

2. Céntrese en los alimentos que puede toler ar

Es esencial que satisfaga sus necesidades nutricionales durante el embarazo, tanto para usted como para el bebé. Aunque sólo tolere unos pocos alimentos, siga comiendo y, con el tiempo, podrá empezar a reintroducir determinados alimentos de uno en uno.

3. Pruebe a comer comidas más pequeñas y frecuentes

Si come pequeñas cantidades a menudo a lo largo del día (quizá entre 5 y 7 comidas pequeñas), puede tolerar mejor los alimentos que ingiere y evitar excederse, lo que puede provocar episodios de náuseas y puede ser útil si experimenta cambios en el apetito. Las comidas pequeñas podrían consistir en comer una manzana con mantequilla de cacahuete, queso y galletas saladas, medio sándwich con bayas, arroz con judías, etc.

Remedios comunes para combatir las náuseas del embarazo

También hay una variedad de remedios respaldados por la ciencia que pueden ayudar a evitar las náuseas y los vómitos que acompañan a las aversiones alimentarias durante el embarazo. Puede que tengas que probar y equivocarte varias veces para determinar qué remedios funcionan en tu caso, así que consulta siempre a tu médico si los síntomas cambian o empeoran. A continuación se indican algunos remedios que puede probar.2

    Jengibre, en infusión, en cápsulas o utilizado en la cocina.

    Té de manzanilla

    Aceite de limón, inhalar cuando aparezcan síntomas de náuseas.

    Aceite de menta, inhalar cuando aparezcan síntomas de náuseas.

    Vitamina B6, en forma de suplemento o cápsula, las dosis efectivas oscilan entre 10-50 mg diarios.

    Los antieméticos se recetan para tratar las náuseas y los vómitos. Si fallan todos los demás remedios, hable con su médico para que le indique el uso de antieméticos.

Las aversiones alimentarias durante el embarazo son increíblemente frecuentes y pueden acabar pasando. Hasta entonces, poner en práctica nuestros consejos puede ayudarte a volver a hacer las cosas habituales de tu horario, a seguir siendo sociable e incluso puede ayudarte a proteger a tu bebé.

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