¡Ojalá existiera un truco mágico para conseguir que el bebé duerma estupendamente! Pero la cuestión es que cada bebé es único, con temperamentos individuales, necesidades de sueño y cambios continuos en su desarrollo.

Aunque el sueño es fluido (en otras palabras, siempre está cambiando) y está influenciado por procesos biológicos (lo que significa que está fuera de nuestro control), en realidad hay varias pequeñas cosas que podemos hacer para preparar el escenario para los dulces sueños.

Para ayudar a tu bebé a dormirse más fácilmente y a recuperarse durante la noche, es importante que se sienta querido, seguro y tranquilo. Para ello, hemos creado esta lista de 5 formas sencillas de optimizar el sueño de los bebés.

5 formas de optimizar el sueño de los bebés

• En lugar de seguir un horario de sueño arbitrario y único, céntrate en seguir las indicaciones de tu bebé. Cada niño tiene sus propias necesidades de sueño. Algunos necesitan más y otros menos, lo cual es normal y saludable.
• Confía en que tu bebé dormirá lo que necesita si prestas más atención a sus señales de cansancio que al reloj. Aprende a conocer las pequeñas señales de sueño de tu bebé, ya que pueden ser muy diferentes según el niño.
• El llanto es una señal de cansancio tardía, por lo que para asegurar una hora de dormir tranquila, es importante responder a sus señales de cansancio antes de que sus niveles de estrés aumenten, ya que sólo hace más difícil que se calmen y se queden dormidos.

• Puede que no hayas tenido en cuenta esta perspectiva, pero para tu bebé, irse a dormir es separarse de ti. Una rutina para irse a dormir le ayuda a tranquilizarse y a prepararse para esta separación. Se trata de una secuencia de acontecimientos tranquilizadores que no tienen por qué ser rígidos, complicados ni ocurrir exactamente a la misma hora cada noche.
• Una rutina para dormir es fundamental para favorecer el sueño de tu bebé. Le da todas las señales para indicar que es la hora de dormir. Si consigues mantener un ritual consistente, tu bebé aprenderá lo que se espera de él cada noche y en las siestas.
• El ritual será diferente para cada familia. Puedes empezar con un baño relajante para tu bebé, seguido de una toma de leche, un cuento para dormir y un abrazo para dormir. Encuentra más consejos y sugerencias aquí.

• Pon el sonido que prefieras, empezando por la rutina de la hora de acostarse mientras acomodas a tu bebé para que se duerma. Mantén el sonido durante toda la noche para que se sienta tranquilo cuando se despierte.
• Si tu bebé duerme la siesta en una cuna o un moisés, también puedes ponerlo durante las siestas para reforzar el sonido como señal de sueño.
• Si no estás segura de qué sonido utilizar, puedes optar por el ruido rosa, que es una frecuencia que se encuentra en la naturaleza y que les mantiene relajados y tranquilos. También es posible que tu bebé prefiera un sonido de latidos para emular los sonidos del útero, o cascadas, o nanas.

• Durante el día, juega y da de comer cerca de las ventanas, sal al aire libre y haz que tu bebé duerma algunas siestas en una habitación totalmente iluminada o al aire libre. El sol y el aire fresco no sólo ayudan a aumentar la producción de melatonina (la hormona del sueño), sino que son buenos para su salud mental y física.
• Por la noche, es conveniente cerrar las persianas una hora antes de acostarse durante el horario de verano.
• Reduce también la exposición de tu bebé a las luces azules (de televisores y dispositivos) por las noches, ya que pueden bloquear la producción de melatonina. En su lugar, elige una iluminación de color rojo en el dormitorio. Favorece la producción de melatonina, ayudando a tu pequeño a dormirse rápidamente y a reponerse durante la noche después de despertarse.

• Te sorprenderá saber que el olfato es el sentido más vinculado a la memoria. Tu bebé se siente muy tranquilo cuando está cerca de ti y puede olerte, así que aprovecha esto para dormir.
• Si le das el pecho, pon unas gotas de leche materna en su sábana, o llévala en tu top todo el día para que se impregne de tu olor.
• Utiliza aromas calmantes, como la lavanda, en el baño como parte de la rutina para dormir. No sólo es otra señal de sueño, sino que disminuye la hormona del estrés (cortisol) tanto en el bebé como en los padres.
• Para los bebés de más de 3 meses, puedes utilizar un humidificador de aromaterapia que libere suavemente una niebla ultrafina en el aire sin calor, junto con algunos aceites esenciales puros calmantes, para que tu bebé pueda disfrutar también de sus beneficios naturales de confort y bienestar.