Las mejores posiciones para amamantar a los recién nacidos
No hay una forma correcta o incorrecta de amamantar a tu bebé recién nacido, pero al principio puedes probar diferentes posiciones para encontrar la que prefieras. Lo más importante es que ambos estéis cómodos. Algunas posturas pueden provocar un mal agarre, lo que puede dar lugar a dolores y grietas en los pezones, y suele significar que el bebé no toma suficiente leche. Esto, a su vez, puede repercutir en el suministro y, posiblemente, provocar una obstrucción del conducto o una mastitis. No siempre te enseñan estas cosas importantes en las clases prenatales o en el hospital después del parto, así que conocer algunas posiciones y técnicas diferentes puede ser útil para prevenir cualquier problema de lactancia.
Posición de apego guiada por el bebé
La lactancia materna es una habilidad aprendida y, aunque es natural, también puede ser muy difícil (lee sobre ello aquí). Ninguna mujer da a luz y sabe inmediatamente cómo dar el pecho, pero no te preocupes, tu bebé está predispuesto a mamar. El "apego guiado por el bebé" es el término utilizado para describir el proceso por el que el bebé busca el pecho de su madre, lo que supone una introducción natural a la lactancia materna mientras os conocéis el uno al otro. A continuación te explicamos cómo dejar que tu bebé te guíe:
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- Empieza con un bebé tranquilo. Es más probable que se deje guiar por sus instintos. Si está inquieto, intenta calmarlo primero con un poco de contacto piel con piel (lee sobre los beneficios del "cuidado canguro") o con suaves movimientos de balanceo.
- Conoce las señales de hambre de tu bebé. El llanto es una señal de alimentación tardía, así que fíjate en si saca la lengua, gira la cabeza de un lado a otro y se lleva las manos a la boca.
- Siéntate y ponte cómoda. Puede que te resulte más útil no llevar sujetador y que tu bebé lleve sólo un pañal.
- Ponte en posición. Puede que te parezca que una posición reclinada funciona bien, con tu bebé tumbado entre tus pechos, apoyado en tus brazos. Esto facilita que el bebé se dirija por sí mismo a los pechos.
- Deja que tu bebé encuentre tu pecho. Es posible que se lleve el puño a la boca y lo chupe, pero ten paciencia: pronto se dará cuenta de que no es un pecho.
- Cuando tu bebé encuentre el pecho. Es posible que empiece a lamer el pecho, a apretarlo con los puños, a mover los pies hacia arriba y hacia abajo y a hundir la barbilla en el pecho antes de acercarse con la boca abierta, pegarse a él y chupar.
- Deja que tu bebé utilice sus instintos de esta manera tan a menudo como sea posible, especialmente en las primeras semanas. Si has tenido una cesárea, puedes seguir practicando el apego al pecho guiado por el bebé si le animas a que se tumbe más hacia un lado tuyo, apoyado en almohadas, en ángulo contrario a la cicatriz. Lee nuestros Consejos útiles para una lactancia exitosa después de una cesárea.
Posiciones de apego dirigidas por la madre
Una vez que la lactancia vaya bien, puedes probar diferentes posiciones para encontrar la que mejor funcione para ti y para tu bebé. Aquí tienes algunas posiciones que te ayudarán a tomar la iniciativa y a llevar a tu bebé al pecho:
Posición de sujeción frontal o de cuna- Siéntate cómodamente en una silla, con tu bebé colocado de lado en la clásica posición boca abajo.
- Esta posición no siempre es fácil con un recién nacido porque no le da tanto apoyo. Necesitarás una almohada para amamantar sobre tu regazo y un cojín detrás de ti para evitar la tensión en la espalda o los hombros.
- Siéntate cómodamente en una silla, con tu bebé apoyado en tu antebrazo y su cuerpo recogido a tu lado con los pies hacia la silla.
- Esta posición da un buen soporte al bebé y hace que se sienta seguro. Es una buena posición para las madres que tienen pechos grandes, o que han tenido una cesárea, gemelos o un bebé prematuro.
- Siéntate cómodamente en una silla ancha, en la cama o en el sofá, con tus bebés descansando a lo largo de cada antebrazo y con el cuerpo del bebé recogido a cada lado con los pies hacia la silla.
- Esta posición da un buen soporte a tus bebés y hace que se sientan seguros. Es una buena posición para las mamás que tienen pechos grandes, o que han tenido una cesárea, gemelos o un bebé prematuro.
- También es posible que una almohada de apoyo, como una almohada de lactancia en forma de triángulo o de gemelos, soporte parte del peso y te permita sentarte en posición vertical.
- Es buena para las tomas nocturnas y los descansos vespertinos; tú y tu bebé os acostáis de lado, uno al lado del otro, barriga con barriga.
- Esta posición puede ser más cómoda si has tenido una cesárea, pero Raising Children advierte que no debes irte a dormir con tu bebé en esta posición.
- En esta posición, tu bebé se sienta a horcajadas sobre tu muslo o cadera con la espalda y la cabeza erguidas mientras se alimenta. Puedes sentarte en una silla o en la cama, ligeramente reclinada.
- Puedes adoptar esta postura con un recién nacido si le das apoyo, y suele ser la posición más cómoda para los bebés que sufren reflujo o infecciones de oído, o para los bebés con anquilosamiento de la lengua, según Medela.
Éstas son sólo algunas de las posiciones de lactancia que puedes probar, pero sea cual sea la que prefieras, reúne primero todo lo que necesites, como un vaso de agua, un libro y un tentempié. Asegúrate de que los dos estáis cómodos y comprueba que tu bebé se agarra correctamente. Un buen agarre es fundamental para que la lactancia sea cómoda y satisfactoria. Si no estás segura del agarre de tu bebé, o te sientes dolorida o incómoda, busca el apoyo de un asesor de lactancia.