5 formas de calmar a tu bebé durante los periodos de inquietud

Justo cuando crees que te estás acostumbrando a la maternidad y que conoces muy bien a tu bebé, ¡pum! Tu bebé sufre un cambio de personalidad, e incluso el más tranquilo de los bebés puede convertirse de repente en un bebé inquieto y "velcro". La buena noticia es que todos los bebés pasan por periodos normales de inquietud, y que en realidad son un signo de desarrollo saludable.

Durante estos periodos, es posible que notes que tu bebé está más pegajoso, llora más y quizás se alimenta más (o menos), y su sueño se ve interrumpido. En los bebés pequeños, estos periodos pueden durar unos días, pero a medida que los cambios en su cerebro y su cuerpo se vuelven más complejos, estos periodos pueden durar varias semanas. Debes recordar que el cerebro de tu bebé está trabajando horas extras: ¡está haciendo un increíble millón de conexiones nuevas cada segundo! Estos enormes cambios pueden ser increíblemente inquietantes para un bebé.

Por eso, a continuación veremos cinco formas de calmar a tu bebé durante los periodos de intranquilidad:

5 formas de calmar a tu bebé durante los periodos de inquietud

Los periodos de inquietud son diferentes a los periodos de crecimiento, y a menudo se denominan "semanas maravillosas", o saltos en el desarrollo del bebé. Puedes leer más sobre este tema aquí. Estos periodos no son motivo de preocupación y pasarán si estás atenta a las necesidades de tu bebé y le das mucha seguridad, cercanía y consuelo. Aquí tienes cinco maneras de apoyar a tu bebé (y, con suerte, de conseguir un poco de paz para ti):

1. El tiempo piel con piel

Uno de los maravillosos beneficios del tiempo piel con piel, o "cuidado canguro", es que ayuda a aumentar la hormona del amor, la oxitocina, tanto para ti (u otros cuidadores) como para tu bebé. Este método de sostener al bebé puede reducir los niveles de estrés y el llanto. Descubre todos los demás beneficios aquí. Es posible que tu bebé quiera más tomas (o que se queje más del pezón o de la tetina), así que, tanto si le das el pecho como el biberón, puedes ofrecerle tomas junto con mucho contacto con la piel.

2. Masaje para bebés

El masaje suave con un aceite natural apto para bebés tiene muchos beneficios emocionales y físicos para ti y para tu bebé, como la relajación y el fortalecimiento del vínculo. El masaje para bebés estimula la producción de serotonina en el cerebro, que es la hormona del bienestar. Esto ayuda a reducir el ritmo cardíaco de tu bebé, así como los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Lee cómo dar un masaje a tu bebé aquí.

3. La hora del baño

La hora del baño no tiene por qué limitarse al ritual de relajación del final del día antes de acostarse. El agua es una poderosa herramienta tranquilizadora para todos. Algunos bebés, sobre todo algunos recién nacidos, protestan ruidosamente ante el baño, pero una buena estrategia que puedes probar es envolver a tu bebé en una pequeña toalla y bañarlo en ella para que se sienta más seguro. Aquí tienes nuestra guía paso a paso. Mejor aún, báñalo con él sobre tu pecho para que se relaje (utiliza un limpiador suave que contenga lavanda para crear una mini experiencia de spa para ambos) y fortalezca sus vínculos.

4. Llevar al bebé

Llevar al bebé en brazos ayuda a que se sienta seguro y cómodo, y te permite seguir haciendo cosas que necesitas, o salir a pasear con él mientras duerme. Cuando los bebés están en brazos, lloran y se alteran menos, y mantenerlos cerca te permitirá leer sus señales más fácilmente. Si su sueño nocturno se ha visto interrumpido o se ha resistido a las siestas como parte de esta etapa de inquietud, es más probable que se duerma en un portabebés, reduciendo el cansancio. Si te cansas al llevar al bebé,

5. Respira.

Por último, la forma número uno de cuidar y calmar a un bebé que llora es cuidarse a uno mismo. Los bebés necesitan relaciones seguras, constantes y cariñosas para regular su estrés. Un bebé no tiene la capacidad cerebral de autorregularse hasta los tres años, así que hasta entonces... te necesita. Por eso es importante, sobre todo en los periodos de inquietud, que conozcas tus propios límites y te tomes tiempo para recargarte. Encuentra la técnica de autorregulación que te funcione cuando la vida con un bebé se convierta en un reto, frustrante y agotador. Puede ser caminar, meditar, practicar mindfulness o simples ejercicios de respiración. Pide también ayuda. Todas las formas anteriores de calmar a un bebé pueden ser realizadas por otros cuidadores, así que rodéate de un buen apoyo si puedes.

Ten en cuenta: Antes de asumir que la razón por la que tu bebé está inquieto se debe a un salto en el desarrollo, es importante considerar si tu bebé puede estar enfermo. Descarta primero cualquier causa médica, como la fiebre, la erupción del pañal, la dentición, una infección de oído o cualquier otra cosa que pueda causarle angustia.

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