¿Cuáles son los beneficios de enseñar a su bebé otro idioma?

Muchas familias optan por educar a sus hijos para que sepan hablar dos idiomas, ya sea por motivos culturales, educativos o para enriquecer su experiencia vital. Y aunque tener dos idiomas en su haber puede ser una habilidad maravillosa en general, un estudio ha demostrado que también tiene un gran beneficio para el cerebro de los bebés especialmente.

Beneficios de ser bilingüe

Estudios anteriores han confirmado que ser bilingüe tiene beneficios, como que aumenta la capacidad cognitiva, especialmente la resolución de problemas. Saber dos idiomas también tiene beneficios económicos, sociales y comunicativos. La American Speech-Language-Hearing Association enumera varias ventajas importantes de ser bilingüe que son especialmente útiles para los bebés, como:

• La capacidad de captar rápidamente nuevas palabras
• Habilidad con las palabras que riman
• Enseñar a descomponer las palabras por sus sonidos mientras aprenden a hablar y leer
• Potenciar la capacidad de aprender nueva información
• Agrupación por categorías
• Resolución de problemas
• Mejora de la capacidad de escucha
• Empatía y conexión con otros que hablan el mismo idioma

Enseñar a los niños a resolver sus propios problemas y a tomar buenas decisiones

En la actualidad, alrededor del 12% de las personas mayores de 5 años son bilingües, pero los expertos prevén que el número de personas que hablan dos idiomas seguirá creciendo. Así que tiene sentido que los padres se planteen enseñar a su bebé un segundo idioma desde muy pronto, porque los estudios han demostrado que el aprendizaje de una segunda lengua es mucho más fácil a una edad temprana. Es más fácil para un bebé aprender dos idiomas a la vez que para un adulto intentar aprender una segunda lengua más adelante.

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¿Puedes enseñar a tu bebé a ser bilingüe?

Aunque muchos padres y expertos reconocen los beneficios de que sus hijos aprendan dos idiomas (¡o más!), en realidad enseñar a los niños a aprender dos idiomas puede ser un poco difícil. Los bebés que crecen en hogares donde sus padres o cuidadores hablan dos idiomas tienden a aprender una segunda lengua con mucha facilidad y de forma natural.

Los bebés que no tienen la ventaja de tener padres o cuidadores bilingües pueden seguir obteniendo los beneficios de aprender dos idiomas.

Para intentar determinar con exactitud cuánta exposición a una segunda lengua necesita realmente un bebé para aprenderla, expertos de Madrid (España) realizaron un estudio con niños de edades comprendidas entre los 7 y los 33,5 meses para comprobar cómo afectaba la enseñanza del inglés a su desarrollo lingüístico. Los expertos estudiaron a los niños de cuatro centros públicos de educación infantil de Madrid, donde los bebés recibían diariamente sesiones de inglés en grupo de una hora de duración impartidas por tutores que hablaban inglés como primera lengua. Las sesiones duraron un total de 18 semanas.

El estudio descubrió que los niños de las sesiones de grupo obtuvieron mejores resultados que los de otros métodos de enseñanza del inglés y que los bebés retuvieron las nuevas palabras y la comprensión de la lengua inglesa durante más tiempo que sus compañeros, incluso hasta 18 semanas después de finalizar el estudio.

Cómo aprenden los bebés a ser bilingües

Los estudios demuestran que cuanto antes se introduzca al bebé en una segunda lengua, mayor será su probabilidad de ser bilingüe. Un estudio reveló que, incluso a los 12 meses, la percepción de los bebés de cómo escuchar palabras se reduce a su primera lengua. Los bebés nacen con la capacidad de oír sonidos de todo tipo de idiomas, pero a medida que se acercan a su primer cumpleaños su atención se reduce, de modo que empiezan a "oír" sólo los sonidos de su lengua principal.

La clave del aprendizaje de un segundo idioma durante la etapa de bebé es que las redes y vías cerebrales aún no se han formado del todo, por lo que su cerebro es capaz de establecer la "red" para ambos idiomas a la vez mientras son bebés, algo que los cerebros adultos no pueden hacer.

Por eso es importante exponer a tu bebé lo antes posible a las dos lenguas que quieres que aprenda, sobre todo antes de que cumpla un año. Sin embargo, si se te ha pasado ese plazo, no te preocupes. Los niños que están expuestos a dos idiomas antes de los 5 años también obtienen importantes beneficios en su desarrollo cerebral.

Enseñar a los niños a ser bilingües

Sabemos que ser bilingüe es estupendo y que lo mejor es que los bebés puedan captar el segundo idioma desde el nacimiento, pero ¿cómo se enseña exactamente a un niño a ser bilingüe?

Los investigadores han descubierto que un bebé aprende a ser bilingüe gracias a la cantidad y calidad de la segunda lengua que se habla a su alrededor. Los bebés aprenden mejor en un entorno de persona a persona que en un servicio de vídeo o streaming que enseñe una segunda lengua. Y, como demostró el estudio, los bebés de 9 meses o menos se desenvuelven especialmente bien en sesiones lingüísticas basadas en el juego con un tutor en vivo, al igual que lo harían aprendiendo el idioma en un entorno natural en casa.

¿Cuánta exposición en una sesión de grupo necesitaría su hijo? En estudios anteriores se ha comprobado que 12 sesiones a lo largo de 5 semanas -un total de sólo 6 horas de exposición a un idioma extranjero- es todo lo que necesitan los bebés para empezar a establecer esas vías de desarrollo cerebral para aprender un segundo idioma. (Sí, los cerebros de los bebés son asombrosos.) Parece que existe un vínculo importante entre un entorno social y el idioma, por lo que a los bebés les encanta aprender en un entorno social o lúdico.

Los tutores de este estudio también utilizaron el habla dirigida a los bebés, ese infame "parentese" que los padres y cuidadores utilizan de forma natural cuando hablan con los bebés y que tiene una gramática sencilla, una voz más aguda y vocales largas. Esta forma natural de hablar a los bebés ayuda a su cerebro a aprender mejor el idioma. El cerebro de los bebés tiende a centrarse en los sonidos al principio, por lo que el tono más alto y los sonidos exagerados y lentos facilitan que aprendan primero esos sonidos, que luego se traducen en palabras.

En el caso de los bebés más mayores, de 7 meses y hasta 33,5 años, el estudio de Madrid descubrió que las sesiones de juego de una hora diaria en un entorno social con tutores de inglés durante 18 semanas provocaron "ganancias muy significativas en la comprensión y producción de la lengua extranjera", y lo que es más importante, los investigadores volvieron a examinar a los bebés 18 semanas después de que terminaran las sesiones de tutoría y después de que no hubieran tenido ninguna otra exposición al inglés y descubrieron que sus cerebros seguían siendo capaces de retener los conocimientos, las nuevas palabras y los sonidos que habían aprendido. Esto demostró que la exposición temprana en un entorno de juego con un tutor ayudó a potenciar la capacidad del cerebro para retener el lenguaje también.

En resumen, bastaba con que un bebé jugara una hora al día con otra persona que hablara una lengua diferente para aprender.

Enseñar a tu bebé un segundo idioma puede beneficiarle de muchas maneras. No solo preparará a su bebé para tener éxito más adelante en la vida con la habilidad de tener un segundo idioma, algo muy deseable en una economía global y que puede diferenciar a un candidato a un puesto de trabajo, sino que ser bilingüe también cambia la forma en que se desarrolla el cerebro de su bebé.

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Si puede, lo mejor es exponer a su bebé a dos idiomas lo antes posible en la infancia, ya que el cerebro de los bebés empieza a centrarse en un tipo de lenguaje al año de edad. Sin embargo, el cerebro de los niños sigue siendo capaz de aprender y retener mejor el lenguaje a los cinco años. Todos los niños se beneficiarán de un mayor desarrollo cerebral si están expuestos a dos idiomas, así que no tengas miedo de animar a tu hijo a aprender una segunda lengua, tenga la edad que tenga. Los bebés aprenden mejor a través del juego, y una sesión de grupo o de tutoría con una persona real es la forma más eficaz de enseñar a tu bebé a aprender una segunda lengua si tú mismo no la hablas.