Lo que hay que saber sobre el cordón umbilical de su bebé
El cordón umbilical es la estructura en forma de tubo que transporta el alimento y el oxígeno de la madre al bebé durante el embarazo. También transporta los productos de desecho del bebé para que el cuerpo de la madre pueda eliminarlos.
Después de dar a luz, los médicos sujetan y cortan el cordón. El cordón no tiene nervios, por lo que ni tú ni tu bebé sentiréis nada. Quedará un pequeño muñón en el vientre de tu hijo. Puede tener entre medio centímetro y un centímetro de largo.
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El cordón umbilical de mi bebé sangra. ¿Qué debo hacer?
Al principio, el muñón puede parecer brillante y amarillo. Pero a medida que se seca, puede volverse marrón o gris, o incluso violáceo o azul. Se arrugará y se volverá negro antes de caer por sí solo.
Normalmente, se desprende entre 10 y 14 días después del nacimiento del bebé, pero puede tardar hasta 21 días.
Aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta hasta que el cordón se desprenda:
- Sé cuidadoso. No metas las manos y no tires nunca de él.
- Mantén el cordón limpio y seco en todo momento. Evita la bañera y el lavabo y dale un baño con esponja.
- Deja el cordón umbilical en paz hasta que se caiga solo. (En el pasado, los médicos sugerían limpiar la base del cordón con alcohol de quemar para ayudar a que se secara, pero esa orientación ha cambiado).
- Dobla los pañales de modo que queden debajo del cordón para protegerlo del pis de tu pequeño. Puedes buscar pañales que tengan una zona recortada para el cordón umbilical o recortar un punto de un pañal normal. Sólo tienes que colocar un trozo de cinta adhesiva alrededor para sellar los bordes.
Si tu bebé defeca de forma desordenada y algunas heces caen sobre el cordón, límpialo suavemente con agua y jabón.
Revisa el cordón umbilical con frecuencia para ver si hay infecciones. Llama a tu médico si ves
- Sangre en el extremo del cordón
- Una secreción blanca o amarilla
- Hinchazón o enrojecimiento alrededor del cordón
- Signos de que la zona que rodea el cordón umbilical causa dolor a tu bebé (por ejemplo, llora cuando lo tocas)
Si tu bebé tuvo un bajo peso al nacer porque fue prematuro o tuvo otro problema de salud, puede ser más probable que tenga una infección, por lo que es bueno estar especialmente atento a cualquiera de estos signos.
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Es normal ver algunas gotas de sangre en el pañal de tu bebé. Pero si hay mucha sangre al separarse el cordón, llama al médico enseguida.
Si el cordón no se ha desprendido después de 3 semanas, ten paciencia. Mantén la zona seca y asegúrate de que no esté cubierta por el pañal de tu hijo. Si no se ha desprendido en 6 semanas, o ves signos de fiebre o infección, llama a tu médico.
Una vez que el cordón haya desaparecido, sigue manteniendo la zona limpia y seca. Es posible que notes que rezuma un líquido amarillo y pegajoso. Esto es normal. A veces ocurre cuando se desprende el cordón. No se trata de pus ni de una infección.
También puede ver una costra sobre el ombligo. Esto también es normal. Pero si el estómago de tu bebé se pone rojo, tiene fiebre o notas una secreción turbia, llama a tu médico.
A veces, un poco de tejido cicatricial puede formar una masa roja en el ombligo. Este bulto se llama granuloma umbilical. Si lo ves y no desaparece en una semana, díselo a tu médico. Le aplicarán nitrato de plata. Quemará la zona para que el tejido se seque. Pero recuerda que el cordón no tiene nervios, así que tu bebé no lo sentirá.
Probablemente, en algún momento te preguntarás qué tipo de ombligo tendrá tu hijo. ¿Será "interior" o "exterior"? Tendrás que esperar a que desaparezca el muñón para saberlo con seguridad. Pero debes saber que el aspecto del ombligo de tu bebé no tiene nada que ver con la forma en que el médico cortó el cordón umbilical.
No ocurren con frecuencia, pero algunas condiciones de salud están relacionadas con el muñón del cordón umbilical, entre ellas:
- Onfalitis: Es cuando la zona que rodea el muñón del cordón umbilical se infecta. Los síntomas pueden incluir sensibilidad, sangrado o pérdida de líquido por el ombligo, irritabilidad y fiebre. Necesita tratamiento con antibióticos.
- Hernia umbilical: En esta afección, parte del intestino del bebé asoma por los músculos cercanos al ombligo. No suele ser grave y suele mejorar por sí sola a los 2 años.