Cuando tu bebé se pone en huelga
Recientemente, una persona se puso en contacto conmigo para que le ayudara a poner fin a una huelga de lactancia. Esta madre había estado fuera durante 3 días en un viaje muy necesario y su bebé, que tiene aproximadamente 10 meses, y que había estado expuesto al biberón durante meses, simplemente se negó a mamar cuando su madre regresó de su viaje.
Ningún tipo de persuasión funcionaba y los dos lloraban. No era una buena situación para ninguno de los dos. Compartí mis mejores consejos con ella, y voy a compartirlos con vosotros también. Sin embargo, es importante tener en cuenta que incluso con todos los consejos del mundo, algunos bebés siguen atacando y entonces a veces hay que tomar decisiones difíciles.
Una sugerencia que puedes escuchar, y de la que no soy fan personal, es simplemente negarse a alimentar al bebé y eventualmente tendrá suficiente hambre como para volver a amamantar. Sólo conozco a unas pocas personas que han hecho eso y aunque el bebé eventualmente volvió a amamantar en todos los casos, es increíblemente duro emocionalmente tanto para los padres como para el bebé y nunca está garantizado. Voy a compartir los consejos que he visto que funcionan en el pasado y que no tienen que implicar hacer a todos miserables.
Huelga de Leche: Cuando tu bebé se niega a comer y qué hacer
Nuestros mejores consejos para cuando tu bebé se despierta demasiado pronto
Sin embargo, antes de pasar a esos consejos, voy a asegurarme de decir lo que me parece obvio, pero que a menudo se pasa por alto: consulta con tu profesional de la lactancia para asegurarte de que no hay ningún problema que se haya desarrollado, sólo para descartarlo.
1. Mucha piel con piel. Los bebés encuentran instintivamente el pecho justo después de nacer si se les da la oportunidad y el contacto piel con piel es muy beneficioso para que eso ocurra (¿sabías que una madre primeriza tiene glándulas productoras de olor en el pecho que el bebé puede oler y responder?) El contacto piel con piel puede ayudar a que ese instinto vuelva a funcionar.
2. Extraiga la leche a mano sobre el pecho o el pezón para aumentar el aroma y proporcionar un sabor instantáneo (recompensa). Tu leche sigue siendo su favorita y la tentación de tenerla ya presente puede ser justo lo que necesita.
3. También puedes poner un alimento favorito directamente en el pezón para atraer al bebé si está comiendo otros alimentos. Aguacate, plátano, ¡lo que sea que funcione!
4. Prueba a utilizar un protector de pezones para imitar la facilidad de una tetina de biberón y, después de un minuto o de una toma satisfactoria, quítalo y vuelve a enganchar al bebé. Con suerte, seguirá comiendo sin problemas. Si no has utilizado uno antes, busca la orientación de tu profesional de la lactancia.
5. Cambia de posición. A veces, sólo ese cambio puede marcar la diferencia. ¿Sueles estar sentada en una silla acogedora? Prueba a tumbarte de espaldas contra una almohada en la cama y pon al bebé sobre tu pecho.
6. Amamanta cuando tu bebé se está quedando dormido o incluso durmiendo. He visto que esto funciona muy bien y el bebé vuelve a la lactancia normal con la siguiente toma.
7. Minimizar las distracciones (casi imposible con un niño en edad preescolar, ¿verdad?). Difícil, pero importante, así que busca un lugar tranquilo, pon a tu pareja a cargo de tu preescolar y del perro... ya te haces una idea.
8. Incluso si usas un biberón, pon al bebé contra tu pecho desnudo, comienza a darlo y cambia a mitad de camino. Al igual que el cambio de pezonera, a veces esto funciona una vez que el bebé está en medio de la alimentación.
9. Métete en la bañera desnudo con tu bebé (si le gusta la bañera/el agua caliente) cuando tenga hambre. El agua arregla muchas cosas y ésta puede ser una de ellas.
10. A veces ayuda balancearse o rebotar mientras se amamanta (pero creo que esto funciona más con los bebés más pequeños).
11. Proteja su producción de leche mediante la extracción de leche y/o la extracción manual para seguir satisfaciendo las necesidades nutricionales de los bebés aunque estén tomando el biberón y también para reducir el riesgo de problemas como la mastitis.
Las huelgas de lactancia pueden ser muy difíciles y emocionalmente dolorosas, pero en muchos casos, con paciencia y poniendo en práctica algunos de estos consejos, esa huelga terminará en pocos días.