Estrategias para cambiar el pañal de un niño que se retuerce

Cuando tu dulce bebé es un bebé, el cambio de pañales puede ser un momento sereno de unión (salvo algún fallo ocasional). Pero cuando tu pequeño se transforma en un niño curioso y móvil, pedirle que se quede quieto puede ser, como mínimo, un reto. El cambio de pañales de un niño pequeño puede convertirse en una de las grandes -y a veces cómicas- luchas del día mientras se contonea, se resiste, grita, se retuerce y sale corriendo.

Si tu hijo odia los cambios de pañal, no estás solo. Aunque hay algunas batallas que no merece la pena librar, no puedes dejar que tu hijo lleve el pañal sucio todo el día. Entonces, ¿qué pueden hacer los padres de un niño pequeño que odia los pañales?

A esta edad ya no puedes limitarte a decirle a tu hijo lo que tiene que hacer y esperar que lo cumpla. "Con los niños pequeños, se trata de darles una razón para cooperar, es decir, satisfacerles más de la mitad", dice el doctor Harvey Karp, autor del libro Happiest Toddler on the Block y creador del SNOO Smart Sleeper.

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¿Y cómo lo hacemos? Aquí, expertos profesionales y padres opinan sobre estrategias eficaces para cambiar el pañal de un niño pequeño sin estrés.

Estrategia nº 1: Distracción

Cuando se trata de cambiar los pañales a un niño pequeño con éxito, una de las primeras cosas que hay que intentar es hacer que el niño se concentre en otra cosa. "Distrae a tu hijo durante el cambio de pañales", aconseja la doctora Reshmi Basu, pediatra de la red de atención pediátrica CHOC Children's de California. "Puede ser con un juguete o libro favorito o cantando una canción. Puede tener un juguete especial que sólo reciba en los cambios de pañal. Un hermano también puede ayudar a entretenerlos como distracción".

Karp está de acuerdo con esta estrategia. "Puedes utilizar juguetes dinámicos o cinéticos especiales que sólo se utilizan en el cambiador -un slinky es un buen juguete- o música o golosinas que tu hijo puede tomar cuando lo acuestas. A veces, incluso hacer sonar un secador de pelo fuerte puede conseguir que se calmen durante 30 segundos".

Los padres que han puesto a prueba esta estrategia dan fe de ello. David C. dice: "Para nosotros, ningún juguete nos distraía lo suficiente, pero un libro de cartón solía funcionar". Emily P. confía en la tecnología. "Sé que esto es terrible, pero teníamos un viejo iPad junto al cambiador y le enseñábamos vídeos (vagamente educativos) durante el cambio de pañales". Si tu hijo odia el cambio de pañales, prueba a animar la situación con payasadas. "A Hannah G. le funciona cantar y bailar de forma muy, muy tonta.

Por supuesto, no hay nada mejor que un hermano mayor cuando se trata del poder de distracción. "Si tiene un hermano mayor, deja que juegue con tu hijo mientras lo cambias", recomienda Dawn A. "Así el niño mayor (aunque no sea mucho mayor) estará ocupado y no te molestará, y tu hijo estará ocupado. No hay mejor 'juguete' que un hermano".

Kate W. utiliza una táctica similar: "Llamo a los hermanos mayores y les digo que hagan caras para mantener a mi hijo entretenido el tiempo suficiente para ponerle el pañal al menos parcialmente. Se va a meter y a rodar, así que intento tener un lado hecho y luego envolverlo con el otro mientras se enrolla. Si puedo ponerlo en posición horizontal una vez puesto, ajusto las lengüetas para igualar las cosas".

Estrategia nº 2: Capacitación

A medida que los niños pequeños se vuelven cada vez más independientes, les gusta hacer las cosas por sí mismos. A la hora de cambiarle los pañales, en lugar de luchar contra ellos, dale autonomía. "Haz que tu hijo participe en el proceso de cambio de pañales. Puede ir a buscar el pañal por ti o darte toallitas", sugiere Basu. "Explícale lo que vas a hacer. Háblale del proceso y explícale que no llevará mucho tiempo. Hazle saber que, en cuanto se le cambie el pañal, podrá hacer X, Y y Z, que puede ser algo que le apetezca, como dar un paseo".

Laura S. utilizó una estrategia similar con su hija. "A veces funcionaba si le pedía que eligiera (qué pañal quería) o que me ayudara -preguntándole por dónde debía ir el pañal o si podía ayudarme a pegar bien las lengüetas".

Estrategia #3: Cambiar de ubicación

Si te cuesta cambiar los pañales, puede que sea el momento de abandonar el cambiador. "Cambia a tu hijo de posición o de lugar. No utilices el cambiador si no le gusta", dice Basu. "Cámbialos en el suelo. Así, si estuvieran en medio de un juego, por ejemplo, no tendrás que hacer que se muevan mucho. Incluso puedes colocar una de tus piernas ligeramente por encima de ellos para evitar que rueden".

Muchos padres han encontrado formas creativas de colocar sus cuerpos para sujetar a sus inquietos niños, especialmente si hay caca de por medio y no quieres arriesgarte a que se escapen a mitad de camino. "Yo he sujetado varias extremidades inquietas con las mías (suavemente)", dice Anne G. "Un pie aquí, la mano inactiva allí, etc. Casi siempre cambiaba a mi hijo en una colchoneta en el suelo, no en un cambiador. Imagino que es mucho más difícil sujetar a un mequetrefe de otra manera".

Clari G. se sentaba con su hijo pequeño en el suelo, entre sus piernas, para poder tener un pie en cada hombro y mantenerlo quieto, mientras que Keren G. apoyaba ligeramente una de sus piernas en el pecho de su hijo para evitar que se volteara y rodara. "Mis dos hijos se retorcían mucho", recuerda.

Estrategia #4: Cambio de pañales vertical

Si los tradicionales cambios de pañales horizontales ya no sirven, "quizá haya que aprender a cambiar un pañal cuando el niño está de pie", dice Karp. "Ten en cuenta que son seres que no paran de moverse; odian que los mantengan de espaldas".

Marie H. descubrió que cambiar el pañal de su hijo de pie era la mejor manera de hacerlo. "Cuando mi hijo tenía unos 10 meses y se mantenía bastante bien de pie, le ponía los pies en el alféizar de la ventana y las manos en el cristal. Se entretenía mirando por la ventana y golpeando el cristal. Yo lo mantenía firme con una mano y hacía el cambio con la otra", recuerda. "Todo esto era con pañales de tela predoblados, así que había mucho que hacer (pañal, broche de presión, cubierta). Me costó un poco de práctica, pero era mucho más fácil que intentar que no se diera la vuelta y se arrastrara cuando le cambiaba en el suelo".

Por supuesto, el cambio de pañales de pie no funciona para todos. "La gente dice que hay que cambiar los pañales de pie, pero eso sólo funciona si no tienes un corredor", dice el padre David C. Buenas noticias: Hay un término medio: el cambio de regazo. Melody S. dice: "Coloco el pañal en posición horizontal sobre mi pierna y luego lo siento encima y le pongo las lengüetas alrededor. Luego, cuando se pone de pie, lo ajusto según sea necesario. Siempre está más tranquilo en mi regazo; no le gusta mucho estar de espaldas". Lo que sea que funcione.

Estrategia #5: Acelerar las cosas

"En última instancia, hay que ser rápido". dice Karp, independientemente de la técnica que emplees. La madre Megan M. está de acuerdo: "¡Hazlo rápido! Siempre puedes ajustar las lengüetas una vez que las pones".

Por supuesto, todo depende de tu hijo, de lo inquieto que sea y de qué tipo de cosas capten su atención. Holly S. dice: "Creo que la canción 'Lollipop' de las Chordettes es la más efectiva para cambiar el pañal, no me preguntes por qué". Por su parte, David S. dejó de cambiar los pañales por completo. "Honestamente, se puso tan mal que presioné para una forma mucho menos suave de entrenamiento para ir al baño a los 2,5 años", dice. "Pensé que si íbamos a pelearnos, al menos sería para que el niño usara el orinal. Funcionó y mi espalda me lo agradeció".

Al final, como todo en la crianza de los hijos, todo se reduce a la prueba y el error. Además, como los padres sabemos muy bien, lo que funciona hoy no necesariamente funcionará mañana. Como señala Laura S., "nunca hubo una forma consistente; ¡a menudo tuve que probar varias tácticas!". Esperemos que esta colección de consejos sea al menos un buen comienzo.

Publicado en junio de 2019

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