Beneficios de una buena alimentación infantil
Tal vez te parezca que es una etapa sin apenas importancia pues los niños aún son muy pequeños, pero debes saber que los beneficios de una buena alimentación infantil repercuten no sólo en esta etapa, sino también en su edad adulta y nosotros, como padres, debemos prestar especial atención para que reciban los nutrientes necesarios y puedan crecer y desarrollarse correctamente. ¿Cuáles son estos beneficios?
Estado de ánimo
Diferencias entre una buena y mala alimentación infantil
Los beneficios de una buena convivencia familiar
Cuando un bebé recibe una buena alimentación está de mejor humor, más activo, alegre y feliz. De hecho, uno de los síntomas indicativos de intolerancia o alergia a algún alimento es que el carácter del bebé cambia y se vuelve mucho más irritable, afectándole en su vida cotidiana.
Prevención de enfermedades
Uno de los beneficios de una buena alimentación infantil es que previene de enfermedades, no sólo en esta etapa sino también cuando son adultos. Obesidad, enfermedades cardiovasculares, problemas del aparato digestivo… Según varios estudios, los niños que desde que son bebés llevan una alimentación natural y equilibrada son más sanos. En España, resulta preocupante el número de niños que padecen obesidad. La ingesta de chucherías y otros productos industrializados como la bollería, las patatas fritas… es una de las principales razones por las que se produce. Es responsabilidad de los padres evitar el consumo de este tipo de alimentos que no contienen calorías nutritivas.
Hábitos de vida saludables
Acostumbrar a tu bebé, incluso desde el embarazo, a llevar una alimentación sana y equilibrada hará que cuando empiece a tomar otros alimentos además de la leche materna, los disfrute mucho más y no los rechace. Por otro lado, comenzar desde pequeños a llevar una dieta equilibrada es inculcarles hábitos de vida saludables.
Según la Organización Mundial de la Salud, una alimentación inadecuada en esta etapa es uno de los principales factores de riesgo de mala salud a lo largo de la vida. Pobre rendimiento escolar, alteraciones en el desarrollo social y enfermedades crónicas pueden estar relacionadas con no haber llevado una buena alimentación infantil.