Juegos educativos para niños: tipos de juego
Si eres mamá seguro que estás al tanto de la importancia de los juegos educativos para los niños. Un niño que juega es un niño feliz que aprende a relacionarse con los demás, con su entorno y a descubrirse a sí mismo. No te pierdas este artículo en el que te contamos los diferentes tipos de juego y por qué es tan importante para el desarrollo de los más pequeños.
Según Piaget, psicólogo suizo famoso por sus aportes al estudio de la infancia y por su teoría constructivista del desarrollo de la inteligencia, el juego es la relación entre el niño y el entorno, dando lugar a una acción sencilla, básica y muy importante para el desarrollo del niño tanto a nivel físico como intelectual.
Juegos educativos para los niños: tipos de juego
Juegos educativos para los niños: el juego en la educación infantil
Piaget divide al juego en tres categorías o tipos diferentes. Los vemos a continuación:
Juego funcional o de ejercicio (de 0 a 2 años)
En esta etapa de la infancia los bebés desarrollan actividades por el simple placer de realizarlas. En algunos casos, ni siquiera utilizan objetos y tienen acciones como chuparse los dedos, hacer los “cinco lobitos... En otros, disfrutan lanzando y cogiendo objetos. Supone la primera etapa de la evolución del juego durante el desarrollo infantil. Los bebés a esta edad, repiten una acción una y otra vez por el puro placer de obtener un resultado inmediato. Los beneficios de este tipo de juego son:
- Desarrollo de los sentidos: todos sus sentidos se estimulan al ejecutar cualquier acción de juego funcional.
- Coordinación de movimientos y desplazamientos: aumenta su coordinación y, a medida que van pasando dos días, el bebé tiene más capacidad para moverse.
- Desarrollo del equilibrio: mejora su equilibrio a la vez que, tal y como acabamos de comentar, mejora también su coordinación.
- Comprensión del mundo que le rodea: gracias a este tipo de juego el bebé comienza a descubrir todo lo que hay a su alrededor.
- Autosuperación: el juego es una herramienta de aprendizaje muy importante a través de la cual los peques encuentran soluciones para sus problemas.
- Interacción social: supone un punto de encuentro entre el bebé y el adulto.
- Coordinación manos y ojos: su capacidad motora se va desarrollando en esta etapa. Comienza a coordinar las manos y los movimientos oculares.
Juego simbólico o de representación (de 2 a 6 años)
Es a partir de este momento cuando el niño asimila la realidad y comienza a representar con sus juguetes y objetos situaciones reales o imaginarias como hacer la comida, ir a hacer la compra, bañar a los muñecos… Según los expertos, el juego simbólico comienza cuando un niño ha adquirido la capacidad de crear y manejar símbolos como representantes de la realidad. Este hecho ocurre alrededor de los años, aunque depende del ritmo de desarrollo de cada peque.
En el juego simbólico, el niño imita muy a menudo la vida cotidiana de los adultos y crea situaciones o escenarios nuevos, fruto de su imaginación, incluso, proyecta sus propios conflictos internos, expresando a través del juego simbólico sus tensiones, miedos o emociones. El principal instrumento simbólico es el lenguaje.
Un hito importante en esta etapa es el juego compartido. Primero, con los papás en casa y, más tarde, con otros niños. El lenguaje permite al niño llegar a acuerdos con sus iguales que comparten el juego. Esta colaboración se establece gracias a la implementación de un objetivo común y a la aceptación de unas mismas normas de juego. Conforme los niños van creciendo, el juego también se va haciendo más complejo y pasa de ser un acto individual a realizarse en grupo, lo que supone algo crucial para el proceso de socialización.
Los beneficios del juego simbólico, además de pasarlo bien, son que actúa como vehículo de aprendizaje y como instrumento de terapia.
Como vehículo de aprendizaje
En la escuela, el juego simbólico es probablemente el mayor instrumento de aprendizaje. Habitualmente se organiza el espacio en rincones donde los niños pueden practicar las diferentes actividades. Por ejemplo, el rincón de los cuentos, el rincón de la cocina, el rincón de la música… Organizar el aula de esta manera es una estrategia pedagógica que tiene como objetivo el desarrollo de los distintos aprendizajes del niño en función de sus necesidades.
Además, también desarrollan la imaginación, la creatividad, intercambian emociones con otros peques y aprenden a tomar decisiones personales de forma individual y en grupo. De esta forma, la inteligencia emocional y la racional se van desarrollando tan sólo por el simple acto de jugar.
Como instrumento de terapia
El juego simbólico resulta esencial para el desarrollo de habilidades cognitivas, lingüísticas, emocionales y sociales en los niños. En este sentido, se convierte en un instrumento cuando existen dificultades en cualquiera de estos niveles. El juego simbólico amplifica las habilidades verbales para que los peques sean capaces de expresar pensamientos, emociones, actitudes, sentimientos… Tanto es así, que se convierte en un instrumento de terapia para la mayoría de los terapeutas ocupacionales.
Juego de reglas (de 6 a 12 años)
En esta etapa se integran y combinan las destrezas adquiridas hasta ahora. Los juegos de mesa se convierten en los juegos educativos para los niños que más utilizan en esta etapa, al igual que los juegos motores.
Desde que el niño nace imita todo lo que ve en los demás, para él la imitación es un juego. A través de los juegos educativos para los niños, independientemente de los tipos de juegos correspondientes a cada etapa, observan, experimentan, descubren y desarrollan su imaginación, muy importante para ayudarles a comprender el entorno que les rodea.