Los problemas típicos de las madres
Si has tenido un bebé sabrás que los problemas típicos de las madres comienzan durante el embarazo, aunque en realidad el gran cambio se produce con la llegada del bebé al hogar ¿Qué cambios deberás afrontar?
Falta de sueño y cansancio
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Los secretos de las madres felices
Seguro que ya habrás pasado alguna etapa, sobre todo durante el primer trimestre, en la que te costaba mantener tus ojos abiertos del cansancio ¿me equivoco? Durante los primeros meses de vida de tu bebé esta sensación se verá incrementada por la falta de horas de sueño. Intenta aprovechar cada rato que él duerma, aunque no sea por la noche, para descansar.
Falta de tiempo
Cambiar los pañales, prepararle la comida o darle el pecho, limpiar la casa, llevarles al colegio, trabajar, cumplir con las citas, ir al gimnasio… ¿Vas a todas partes con prisas y sientes que te falta tiempo? Bienvenida a la maternidad. Es uno de los problemas más típicos de las madres que durará hasta que tus hijos se hagan mayores.
El papel de los abuelos en la educación de tus hijos
Por supuesto que las suegras no son igual que las madres, pero da lo mismo, porque una vez que la maternidad ha llamado a tu puerta, verás que todo el mundo va a opinar sobre cómo lo estáis haciendo. En el caso de los abuelos, deben tener un papel importante en la vida de tus hijos, pero no permitas que sobrepasen límites ni que se tomen libertadas que no les corresponden porque la educación de vuestros hijos os corresponde a vosotros, los padres.
Practicar sexo cuando eres madre
Recuperarte de un parto lleva su tiempo y, en ocasiones, puedes tardar de 4 a 6 meses en volver a disfrutar de las relaciones sexuales con tu pareja. Pasado este tiempo, aparecen otras dificultades como el encontrar un rato o un momento en el que los niños o el cansancio te permitan mantener sexo. No descuidéis vuestra relación y aprovechad algún momento a solas.
Un gran cambio
En definitiva, uno de los problemas típicos de madres (y también de los padres) es el gran cambio que supone la maternidad o paternidad. Es una experiencia muy gratificante y enriquecedora, sólo tienes que armarte de paciencia, darles importancia a las cosas que realmente la tienen y disfrutar al máximo de tu familia.