Ser madre y estudiar a la vez
Cada vez son más las mujeres que deciden retomar sus estudios o complementarlos después de ser mamás. Ser madre y estudiar a la vez es posible y, de hecho, muchas mujeres lo logran cada día. Las motivaciones pueden ser diferentes: realización personal, tener un mejor salario, cambiar de trabajo… Lo que está claro es que un gran número de mujeres concilian sus actividades académicas con la crianza de sus hijos.
Una de las opciones que eligen cada vez más mujeres es compatibilizar la maternidad con el estudio de unas oposiciones, en busca de una conciliación familiar muy deseada. El desempleo y las dificultades para compatibilizar familia y trabajo, hacen que muchas madres se animen a estudiar unas oposiciones como solución a su futuro laboral. Toma nota de estas pautas que te contamos a continuación para que ser madre y estudiar a la vez te resulte más sencillo.
Trabajar y ser madre a la vez
Querida suegra, es mi bebé y me toca ser la madre
Crea tu rincón de estudio
Para conseguir la máxima concentración es importante que el ambiente sea adecuado, por eso es importante reservar un rincón de estudio. Coloca tus apuntes, bolígrafos, y todo el material que necesites y asegúrate de que vas a disfrutar de un rato sin interrupciones.
Organiza tu tiempo
Ya sabrás si eres madre que el tiempo no es precisamente lo que más sobra. Planifica tu jornada, sabiendo el tiempo exacto al día que vas a poder dedicar al estudio. Aunque sólo sea una hora, intenta cumplirlo a rajatabla, salvo casos de fuerza mayor, para que lo aproveches y te cunda al máximo.
Busca ayuda en el entorno
Tu pareja, una amiga, tu hermana, los abuelos o una asistenta. Debes aprender a delegar. Si quieres ser madre y estudiar a la vez, asume que no te quedará tiempo de calidad para disfrutar en familia si pretendes abarcar las tareas del hogar, hacer la compra, encargarte de tus hijos y estudiar. Pide ayuda cuando lo necesites.
Para algunas mujeres, ser madre y estudiar a la vez, supone además de una apuesta por un futuro mejor, una vía de escape para descansar del absorbente papel de madre. Con ganas, entusiasmo y mucha fuerza de voluntad, todo es posible, así que ¡ánimo y suerte!