3 claves para el éxito de la coparentalidad tras el divorcio
La coparentalidad se da cuando los padres divorciados o separados colaboran en la crianza de sus hijos, en lugar de actuar como partes totalmente independientes.
Por lo general, los padres colaboran en las grandes decisiones y actúan de forma independiente en las pequeñas decisiones cotidianas. Algunas de las decisiones más importantes se refieren al régimen de visitas, la educación y la salud. Como en cualquier relación de pareja, para que funcione hace falta compromiso y respeto mutuo. Pero lo que diferencia a la coparentalidad de otras relaciones es que está en juego el desarrollo del niño.
No te comuniques mientras estés enfadado"Deja a un lado los agravios personales por el bienestar de tu hijo".
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"Cuando los matrimonios no funcionan, los cónyuges pueden separarse y hacer lo que quieran. Los padres no", dice el Dr. Baraka W. Pérez, psicólogo médico. "Su hijo es creación suya y responsabilidad compartida. Al coparentar, es esencial centrarse en la tarea que nos ocupa: la crianza". Empiece la conversación asumiendo que el otro progenitor también tiene en cuenta los intereses del niño. Si las conversaciones se ponen tensas, intente tomarse un respiro. Comunicarse cuando se está enfadado puede dar lugar a arrebatos hirientes y decisiones precipitadas. "El mensaje es que hay que dejar a un lado las quejas personales por el bien del niño", dice Pérez.
Una forma de ayudar a mantener las cosas justas y civilizadas es tener en cuenta las habilidades y circunstancias de cada progenitor a la hora de crear un sistema cooperativo. Por ejemplo, un padre que sea educador podría tener la última palabra sobre a qué colegio va su hijo. Un progenitor al que le encantaban los deportes de niño podría tener la última palabra en la elección de las actividades extraescolares. "Una vez que ambos se dividen y deciden ser padres mutuos de su hijo, se centran realmente en tomar las decisiones desde sus perspectivas individuales", dice Toni Latrice Coleman, entrenadora de coparentalidad. "Es importante que cada uno aprenda que son dos personas diferentes y que ambos tienen puntos fuertes y débiles. Trato de ayudar a identificarlas en mis clientes, de modo que vayamos repartiendo las tareas a cada progenitor en función de sus puntos fuertes."
No utilice a los niños como mensajerosMuchos copadres descubren que los mismos problemas que plagaron sus relaciones sentimentales causan conflictos en su co-paternidad. "La co-paternidad puede ser un reto, ya que una mala comunicación puede haber contribuido al divorcio en sí", dice Pérez. "Cuando los padres son amistosos, esto mejora la salud mental y el bienestar del niño. También demuestra cómo resolver problemas y cómo llevarse bien con alguien con quien no se está de acuerdo". Un error que suelen cometer los padres es hacer que sus hijos transmitan mensajes al otro progenitor. No sólo puede dar lugar a malentendidos, como el juego del teléfono, sino que es un mal ejemplo de comunicación para el niño.
Seacoherente con los planes"La coparentalidad puede ser un reto, pero tu hijo merece la pena".
Los niños no deben estar al tanto de las discusiones sobre la coparentalidad. "Los planes deben hacerse cuando ambos padres estén tranquilos, dispuestos a ceder y mentalmente preparados para tener estas conversaciones. Si las circunstancias lo permiten, los niños no deben participar en estas conversaciones, ni siquiera oírlas", dice Pérez. "Imagínese una subasta en la que el niño es el objeto codiciado y los padres los pujadores. ¿Cómo debe sentirse al oír a sus padres 'pujar' por su tiempo?".