5 lecciones clásicas de Cenicienta. Además: ¡Gane un juego de muñecas de Cenicienta!
Hay algo en Cenicienta, desde su espíritu dulce y cándido hasta sus relucientes zapatillas de cristal, que la convierte en una de las princesas Disney más queridas por las niñas. Pero comparada con otras heroínas, como Elsa, Bella o Mulán, parece más pasiva y damisela en apuros (¡aunque probablemente no tanto como la Bella Durmiente!).
Aunque ha habido intentos de dar a su personaje un toque moderno (véase "Ever After", de Drew Barrymore), su historia (independientemente de la versión cultural que leas) funciona mejor cuando sigue arraigada en lecciones universales de bondad, justicia y paciencia. Personalmente, siempre me ha gustado Cenicienta por su belleza interior y su bondad, y por las poderosas lecciones que enseña su historia, lecciones atemporales que los padres pueden enseñar a sus hijos de todas las edades y orígenes.
1- Sé siempre amable pase lo que pase - Un poco de amabilidad hace mucho, y sin duda Cenicienta es un alma bondadosa. Su bondad puede hacerla parecer una persona fácil de convencer (sobre todo cuando su malvada madrastra y sus hermanastras la sobrecargan con las tareas domésticas). Pero, en realidad, hace falta una cierta fuerza silenciosa para ser tan amable con los demás, ya sean ancianas que resultan ser hadas madrinas o animales indefensos. La bondad de Cenicienta le permite ser desinteresada, ser agradecida y apreciar a los demás. Para llevar: Ayuda a tus hijos a comprender la importancia de la bondad y la generosidad, ¡y acuérdate de mostrar también un poco de bondad a otros padres!
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2- Sé valiente y arriésgate - De alguna manera, después de un largo día de duro trabajo, Cenicienta aún encuentra el valor para decir: "Puede que me traten como a una criada, ¡pero también merezco ir al baile real!". Se arriesga a ir con su familia adoptiva, aunque no acabe bien. E incluso cuando eso ocurre, sigue siendo lo bastante valiente como para arriesgarse a dar un paseo en un carruaje de calabazas para pasar unas breves pero gloriosas horas bailando. Para llevar: Desde pequeño, fomenta la valentía y la independencia para que tu hijo se convierta en un pionero.
3- No dejes que los contratiempos te detengan - Esta lección va de la mano con la #2. En lugar de quedarse en casa llorando, barriendo y dando pena después de que su primer vestido de baile se estropeara, Cenicienta sigue decidida a asistir al baile. ¿Y qué si la transformación mágica desaparece a medianoche? E incluso cuando la madrastra intenta impedir que se pruebe el precioso zapatito, Cenicienta encuentra la manera de probárselo. Consejo: Educa a tu hija para que no se dé por vencida cuando las cosas se pongan difíciles; inspírala para que siga intentándolo.
4- Nunca dejes de soñar - Hay una razón por la que el lema de Disney para Cenicienta es "Atrévete a soñar" y por la que la película de animación se basa en la canción "Un sueño es un deseo que pide tu corazón". Ella cree que sus circunstancias pueden cambiar y no renuncia a sus sueños. Por eso, cuando realmente tiene la oportunidad de cambiar ciertos momentos, ya está preparada para aceptarlos. Conclusión: Nunca es demasiado pronto para fijar objetivos (alcanzables), que pueden guiar a tu hijo hacia un futuro feliz y una vida plena.
5- Cree en ti misma - Cenicienta es capaz de seguir soñando porque cree en sí misma y en su autoestima. Recuerda a sus cariñosos padres y sabe que es algo más que la criada designada. A pesar de sus duras circunstancias y de su difícil familia adoptiva, elige ser amable y valiente, perseverar y mantenerse firme en su intento de cambiar y tomar las riendas de su vida. Para llevar: Refuerza la autoestima de tu hijo (pero evita el narcisismo) para que sepa que tiene la capacidad innata de lograrlo todo.
Cenicienta del Baile Real
Cenicienta el día de la boda
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