Parto en el agua: Beneficios, riesgos y lo que hay que saber
Si te acercas al tercer trimestre de embarazo y estás pensando si el parto en el agua es adecuado para ti y tu bebé, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este método sin medicación y los pros y los contras para ayudarte a decidir.
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¿Qué es un parto en el agua?
El parto en el agua es el proceso de sumergirse en una piscina o bañera llena de agua caliente durante el trabajo de parto o el alumbramiento del bebé; no obstante, es posible que pueda realizar ambos en el agua dependiendo del lugar donde dé a luz.1
Normalmente, las futuras mamás permanecen en el agua durante la primera fase del parto, cuando las contracciones son persistentes, y luego se trasladan a una cama para dar a luz. Si la madre puede permanecer en el agua durante el parto, el bebé nace bajo el agua y puede seguir recibiendo oxígeno a través del cordón umbilical. En un plazo de cinco a diez segundos, el recién nacido es llevado suavemente a la superficie para que tome su primera bocanada de aire.2,3,4
El parto en el agua, que ofrece a las madres una opción más natural para el parto, puede aliviar el dolor del parto sin medicación ni anestesia (¡adiós a la epidural!) y mantener a las madres relajadas y menos ansiosas. Las mujeres también pueden mover y desplazar el cuerpo en la bañera con más facilidad que en la cama, lo que les da más control durante el parto.5
Para algunas mamás, un parto en el agua significa que sus pequeños pueden nacer en un entorno menos estresante. Creen que el agua será una experiencia menos perturbadora, ya que puede resultar familiar al bebé, que ha pasado nueve meses rodeado de líquido amniótico. Una vez en el agua, esperan que el bebé se sienta más tranquilo.6
¿Dónde puedo tener un parto en el agua?
Dado que los ginecólogos y obstetras no practican ampliamente los partos en el agua en EE.UU., los ofrecen principalmente matronas independientes de los hospitales. Suelen realizarse en partos en casa o en centros de maternidad, instalaciones independientes que ofrecen un entorno cómodo y hogareño.7
Aunque no todos los centros de maternidad ofrecen las mismas comodidades, la mayoría tienen habitaciones privadas con cama de matrimonio o doble, mecedora o asiento reclinable, cuarto de baño privado y ducha de pie, bañera, altavoces Bluetooth (para poner música relajante, por supuesto) e incluso decoración con mensajes motivadores.
Aunque limitados, algunos hospitales de EE.UU. cuentan con el personal y las instalaciones adecuadas para acoger partos en el agua, pero puede resultar difícil encontrarlos. Menos del 10% de los hospitales lo ofrecen como opción para el trabajo de parto y el parto. Muchos lo evitan por completo debido a las mayores responsabilidades asociadas a los partos en el agua.5,8
¿Cuáles son los beneficios?
Las madres que buscan un tratamiento natural del dolor, alivio de los dolores típicos del parto, movilidad durante el parto y flexibilidad durante el mismo pueden encontrar su santo grial en los partos en el agua. Entre los beneficios adicionales de la inmersión en agua (también conocida como hidroterapia) respaldados por la Asociación Americana del Embarazo se incluyen los siguientes:6
Induce a la relajación: Flotar en agua caliente ayuda a las mamás a sentirse menos tensas y permite que sus músculos se relajen, ya que no tienen que apoyar el cuerpo por completo. Un estudio descubrió que el parto en el agua también reduce las hormonas que causan el estrés y la respuesta de lucha o huida, lo que permite al cuerpo desencadenar las endorfinas necesarias que bloquean el dolor.9
Reduce la necesidad de medicación: Cuando los dolores de parto empiezan a aliviarse, las mujeres pueden manejar mejor los dolores que aparecen, eliminando la necesidad de recurrir a medicamentos y analgésicos.10
Puede ayudar a acortar el parto: Sí, es cierto. Los partos en el agua pueden ayudar a acortar la duración de las fases primera, segunda y tercera del parto. Esto puede deberse a que las mujeres se sienten más relajadas física y mentalmente cuando están en el agua.11
Libertad de movimiento: Gracias a la flotabilidad del agua, las mamás embarazadas pueden moverse libremente en la piscina de parto para encontrar las posturas que más les convengan: ¡hola, alivio para la zona lumbar!8
Reduce la tensión arterial: Del mismo modo que un baño caliente después de un largo día le ayuda a olvidar las preocupaciones cotidianas, la hidroterapia puede proporcionarle la misma sensación de bienestar. La hidroterapia puede ayudar a bajar la tensión arterial y disminuir la sensación de ansiedad. Esto permite que su mente se despeje y se centre mejor en el proceso del parto que en sus preocupaciones.12
Disminuye la probabilidad de episiotomía: Los investigadores descubrieron que la tasa de episiotomías era significativamente menor en los partos en el agua que en los partos realizados en la cama. Al mismo tiempo, el número de desgarros perineales en el estudio fue similar.13
¿Cuáles son los riesgos?
Hasta que se disponga de más datos, algunos expertos médicos desaconsejan los partos en el agua. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y otros expertos recomiendan a las madres que tengan en cuenta los siguientes riesgos:5,14
Posibilidad de infección: Durante el parto es habitual que las mujeres muevan los intestinos y expulsen fluidos corporales (como sangre). Las mujeres que se sientan directamente en el agua de la bañera pueden ser más propensas a contraer infecciones por bacterias o virus procedentes de las heces o los fluidos. Los bebés también pueden correr peligro si tragan agua contaminada. Aunque es poco probable, esto ocurriría si el suministro de oxígeno de la placenta se viera comprometido. Las investigaciones sobre el riesgo de infección son contradictorias.15,16,17
Rotura del cordón umbilical: Al igual que en un parto tradicional, el cordón umbilical podría romperse al sacar a un recién nacido a la superficie, lo que puede provocar pérdidas de sangre en el bebé.6
Ahogamiento o inhalación de agua: Si el cordón umbilical se enrolla alrededor del cuello del bebé o se retuerce, existe una pequeña posibilidad de que jadee e inhale agua. Sin embargo, esto es poco frecuente, ya que los bebés sólo suelen inhalar cuando están expuestos al aire. Un estudio de 2004 menciona el casi ahogamiento y el ahogamiento como complicaciones del parto en el agua que los padres deben tener en cuenta.18
Sufrimiento fetal: Lo mejor es asegurarse de que el agua en la que nace el pequeño mantiene una temperatura de unos 98 grados Fahrenheit. Si la temperatura es demasiado alta, el corazón del bebé podría acelerarse; si el agua está demasiado fría, podría causarle sufrimiento.4
Cómo mejorar las probabilidades de tener un parto en el agua
La buena noticia es que los partos en el agua no suponen un mayor riesgo para los recién nacidos en comparación con los partos en tierra o los partos fuera del agua y en una cama, según los resultados de la Universidad Estatal de Oregón. De los 6.500 partos en el agua examinados en EE.UU., los bebés no tenían más probabilidades de ser trasladados o ingresados en un hospital tras el nacimiento ni de ser hospitalizados en las primeras seis semanas de vida después de un parto en el agua.19
Aunque el estudio presenta conclusiones que pueden ayudar a aliviar las preocupaciones de las madres, lo mejor es proceder con cautela para asegurarse de que el parto en el agua es la mejor opción y la más segura. Estos son algunos factores que pueden suponer un peligro para ti:1
Edad: Si tienes menos de 17 años o más de 35
Problemas de salud: Si tu bebé es prematuro o viene de nalgas, o si tienes una infección, eres diabética o te han diagnosticado preeclampsia, un trastorno de hipertensión que se produce durante el embarazo.20
Tienes más de un bollo en el horno: Si vas a tener gemelos o mellizos.
Eres de alto riesgo: Si tienes que estar constantemente vigilado, lo que no puede hacerse en una bañera.
Cómo garantizar un
parto en el agua seguroAunque no marques las casillas de "riesgo", hay algunas cosas que debes tener en cuenta a la hora de dar a luz en el agua para tu seguridad y la de tu bebé:
Investiga a fondo el centro de maternidad que prefieres para asegurarte de que cumple la normativa y los estándares establecidos por la Asociación Americana de Centros de Parto, como las medidas de control de infecciones.21
Beba mucha agua para evitar la deshidratación.
Pide a tu matrona que compruebe la temperatura del agua, asegurándose de que se mantiene entre 97 y 100 grados Fahrenheit.
Asegúrate de que conoces el plan para cuando necesites moverte de la bañera. Por ejemplo, si a mitad del parto decides que prefieres terminar el trabajo de parto y el parto en la cama, pregúntale a tu matrona qué va a pasar con antelación para que te sientas segura y cómoda si cambias de opinión.
Hable con su comadrona y con el centro de maternidad sobre cómo se gestionan las emergencias: cuanto más sepa, más relajada se sentirá durante el parto.
Es esencial que tomes precauciones si decides dar a luz en el agua. Habla con tu médico o comadrona para ver si eres una candidata ideal para un parto en el agua antes de seguir adelante, y basa tu decisión en tu nivel de comodidad y en la salud de tu bebé.
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