El valor de los juegos educativos para los niños
Cuando la maternidad y la paternidad invaden un hogar, especialmente por primera vez, existe un sinfín de preguntas, dudas e información que desconocemos. En este sentido, el valor de los juegos educativos para los niños como recurso en el aprendizaje es un gran desconocido y los padres no sabemos que supone una herramienta clave en su desarrollo.
El juego es un magnífico recurso educativo que permite mantener el interés por el aprendizaje, conservar sin apenas esfuerzo una actividad mental constante en la que la imaginación, exploración y fantasía siempre están presentes y, como consecuencia, favorecer el desarrollo global de los niños a nivel intelectual, emocional, afectivo, social, psicomotor… Además, los juegos educativos para los niños aportan los siguientes beneficios:
Juegos educativos para los niños: juegos con pelotas
Juegos educativos para los niños: juegos para estimular la inteligencia científica, artística y musical
- Satisfacen sus necesidades básicas en lo referente al ejercicio físico.
- Suponen una vía para expresar y realizar sus deseos.
- Da lugar a la imaginación, lo que facilita la maduración de las ideas.
- Se convierte en un canal de expresión y descarga de los sentimientos.
- Es una forma de socialización y, por lo tanto, de desarrollo de las habilidades sociales.
Son muchos los autores y especialistas que hablan de la importancia del juego y de su relación con las distintas etapas de desarrollo de un niño. La mayoría defienden que a través del juego un niño es capaz de construirse como persona ya que es una forma de aprender de él mismo y de los demás. Observar a un niño detenidamente mientras juega es uno de los grandes placeres que debes permitirte con tu hijo.
Los adultos debemos tener presente que gracias a los juegos educativos para niños y, al juego en general, se desarrolla la imaginación, la capacidad creativa, las habilidades sociales… El juego es el núcleo esencial del desarrollo porque sin experimentación ni manipulación, un individuo no sería capaz de conquistar nuevos espacios ni descubrir nuevos caminos.
