Los bebés no juegan como piensan los adultos

Ahora que tu bebé está más despierto, ¿sientes que necesitas entretener constantemente a tu precioso bulto? ¿Parece aburrido o frustrado si no le cantas, charlas o juegas con él?

Los bebés no juegan como piensan los adultos

Es posible que pienses que tu trabajo como padre es mostrarle a tu bebé cómo funcionan los juguetes, preparar actividades sensoriales, llevarle de una zona de juego a otra con una nueva serie de artículos atractivos.

Pero los bebés no juegan como creemos que lo hacen, y no necesitan que se les enseñe a jugar. Si observas a tu bebé, verás que hasta la más pequeña experiencia es una oportunidad de aprendizaje para él. Encontrar sus dedos y chuparlos, alcanzar un objeto y eventualmente agarrarlo, moverlo y manipularlo son actividades muy atractivas para un bebé.

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Este es el comienzo del juego. Es su forma de interactuar con el gran y emocionante mundo que les rodea.

El juego libre es esencial para el desarrollo

Los estudios cerebrales realizados por los psicólogos han demostrado que, aunque los bebés dependen de sus cuidadores, no son ni mucho menos indefensos. Tu bebé es más que capaz y competente, así que confía en que puede establecer un juego de calidad, autodirigido y con iniciativa propia.

Dar a tu bebé muchas oportunidades de jugar de forma independiente en un espacio seguro sin la intervención de un adulto es importante para su desarrollo. Cuando juegan tienen muchas cosas en juego: resolución de problemas, desarrollo de la motricidad gruesa y fina y dominio de habilidades mediante acciones repetitivas.

Los bebés también necesitan un descanso

Aunque es importante que tu bebé tenga experiencias de juego cariñosas e interactivas contigo, es necesario que disponga de tiempo a solas para descansar su ajetreada mente y su cuerpo. Estar entretenido puede ser agotador para los bebés, ya que intentan absorber tantas sensaciones nuevas.

Incluso puede que tu bebé empiece a llorar de repente después de parecer feliz jugando contigo unos minutos antes. Es probable que haya alcanzado su límite de estimulación y necesite un rato de tranquilidad (o una siesta). Todo depende del temperamento de cada bebé, pero algunos se sobreestimulan muy rápidamente.

Esto puede ser confuso, pero si lo ves desde la perspectiva de tu bebé, podrás entender que las luces brillantes, los ruidos fuertes, los juguetes de colores, las diferentes texturas que sienten con sus dedos, todo llega a ser completamente abrumador. No te lo tomes como algo personal y no asumas que es aburrimiento o frustración.

¿Cómo se puede ayudar a los bebés a jugar de forma autónoma?

Ahora que sabes lo valioso que es el juego libre para tu bebé, ¿cómo puedes hacerlo?

Coloca a tu bebé en un espacio seguro, con algunos objetos interesantes a su alcance. Por ejemplo, un pañuelo de algodón de colores, recipientes de plástico de la cocina y una pelota. Mientras los objetos sean seguros y tu bebé pueda manipularlos sin tu ayuda, no es necesario que sean juguetes "educativos" o que emitan sonidos o toquen música. Recuerda que todo es novedoso y fascinante para un bebé.

Si quieres sentarte al lado de tu bebé, puedes simplemente observar. No hace falta que inicies el juego ni que cojas un juguete para enseñárselo. Sólo tienes que dejarte llevar y estar ahí.

No te preocupes si aún no lo consigues. Es posible que tu bebé se haya acostumbrado a tus bienintencionadas atenciones. Y, por supuesto, es natural que quieras estar con tu precioso bebé todo lo posible. Sepa que darle tiempo para jugar libremente es maravilloso para él, y que el tiempo que pasen juntos será aún más precioso.

Ah, y puede que incluso puedas hacer algunas cosas, o sentarte a tomar una taza de té mientras ellos juegan. Tú recibes un merecido descanso y unos momentos para recargar pilas. Es una situación en la que ambos salen ganando.