10 trucos para facilitar y agilizar la toma de biberones durante la noche
Si vas a dar el biberón a tu pequeño, seguramente querrás que todo el proceso sea lo más cómodo, menos estresante y más ágil posible durante la noche. De este modo, podrás volver a dormir lo antes posible... ¡antes de que llegue la siguiente toma!
Estos son algunos trucos de biberón que cambian el juego y ahorran la cordura, y que puedes probar para dar el biberón durante la noche sin tener que ir a la cocina, encender las luces o despertar al resto de la casa.
1. Mantén a tu bebé cercaLas investigaciones han demostrado que compartir la habitación reduce el riesgo de SMSL, pero también significa que no tienes que ir dando tumbos por el pasillo hasta otra habitación cada vez que tu bebé se despierta. Mantén la vida simple y a tu bebé cerca.
2. Prepara todo antes de acostarteTrucos para ir a la cama y facilitar la vuelta al cole
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Asegúrate de que todos los biberones están lavados, esterilizados y listos para usar. Si utilizas leche de fórmula, mídela en recipientes porcionados, así no tendrás que preocuparte de hacerlo cuando estés medio dormida o tu bebé te pida el biberón ahora. En el caso de la leche extraída, ten los biberones llenos con las cantidades habituales en cada uno. Si eres tú la que prepara todo por la noche, y tienes una pareja, ésta puede encargarse de lavarlo todo por las mañanas.
3. Prepara tus biberones desde la comodidad de tu camaCalienta los biberones con un calientabiberones y luego comprueba la temperatura probando la leche en tu muñeca, o incluso mejor, consigue un biberón que haga el trabajo duro por ti. Los biberones con indicador de temperatura te darán más tranquilidad cuando alimentes al bebé en mitad de la noche. Para la leche materna, guarda los biberones en una bolsa aislante con un bloque de hielo, y caliéntalos en el termo de agua hervida o en el calientabiberones.
4. Ten todo lo que necesitas al alcance de la manoSi alimentas a tu bebé en la cama, ten a tu lado un puesto para darle el biberón. Asegúrate de que hay todo lo que necesitas para tu bebé, incluyendo paños para eructar, así como una botella de agua para ti, desinfectante para las manos y una luz nocturna (una bombilla roja es menos estimulante). Si te vas a extraer la leche, ten todo limpio y preparado, además de algún tentempié por si tienes hambre.
5. Comparte el equipo, si es posibleSi tienes pareja, es normal que compartáis la crianza nocturna. Si tú le das el biberón, quizá tu pareja pueda cambiarle los pañales, o viceversa. Puede que decidas que es mejor que tu pareja se ocupe del bebé entre las 7 y las 12 de la noche mientras tú duermes, y que luego tú te encargues desde la medianoche hasta la mañana. Lo mejor de la alimentación con biberón es que no tiene que recaer todo sobre ti.
6. No es necesario esterilizar las piezas del sacaleches cada vezSi te extraes leche por la noche, puedes tener el sacaleches a tu lado sin tener que levantarte para lavarlo y esterilizarlo. Lo ideal es que aclares bien la leche después de usarla, por lo que es una gran idea tener piezas de repuesto para no estar siempre aclarando y lavando. La leche materna puede conservarse hasta 6-8 horas a temperatura ambiente en la mesilla de noche, así que no tienes que preocuparte si te quedas dormida.
7. No hagas ruido ni te aburrasPara que tu bebé entienda que el día es para jugar y la noche para dormir, háblale con voz suave, mantén la habitación poco iluminada y lo menos estimulante posible. Puedes omitir los cambios de pañales, a no ser que se trate de una caca.
8. Aleja los teléfonos y los relojesObsesionarse con el sueño, mirar el reloj y cronometrar las tomas sólo hará que las noches sean estresantes y frustrantes. Además, es más probable que te mantengas despierta mucho después de que tu hijo se vuelva a dormir. La luz azul de los teléfonos alterará tu propio ritmo circadiano al enviar un mensaje a tu cerebro de que es de día. También os distraerá a ti y a tu bebé para que no durmáis lo que necesitáis. El objetivo es volver a dormirse en cuanto el bebé se haya tranquilizado.
9. Acepta que la alimentación nocturna es normal desde el punto de vista del desarrolloLos despertares nocturnos son normales y saludables, y lo más probable es que tu bebé necesite esas calorías (sobre todo los recién nacidos). En lugar de luchar contra las tomas nocturnas, considéralas como algo necesario y busca formas de sobrellevarlas. Hasta los 6 meses de edad, los estudios han demostrado que 2/3 de los bebés se despiertan 2-3 veces de media durante la noche, y en otros estudios vemos que sigue siendo normal que los bebés se despierten para alimentarse al menos hasta los 12 meses.
El único caso en el que es necesario despertar al recién nacido para alimentarlo es cuando existe una razón médica y el bebé duerme durante más de 3-4 horas. Para obtener más información al respecto, lee ¿Cuándo debo despertar a mi bebé mientras duerme? En el caso de otros bebés, puedes intentar introducir una toma de sueño antes de irte a la cama para saciarles con la esperanza de que duerman un poco más antes de la siguiente toma.