Cómo afrontar el acoso escolar
El acoso escolar es común en Australia, y el 10% de los niños dicen que son acosados la mayoría de los días. Nunca hay que dejar que los niños resuelvan el acoso por sí solos. Ayudar a los niños a protegerse tiene más probabilidades de éxito que intentar detener a los acosadores.
El acoso escolar es una forma de agresión. Se produce cuando un niño intenta abusar de su poder sobre otro.
El acoso puede adoptar muchas formas, como burlarse repetidamente para herir los sentimientos de alguien, dejar a alguien fuera de los juegos y actividades, y difundir chismes o historias hirientes sobre alguien. También puede consistir en abusos verbales, insultos y amenazas, y comportamientos agresivos o agresiones físicas.
Los niños pequeños y el acoso escolar
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El ciberacoso es un problema creciente. El ciberacoso se produce cuando se hiere o avergüenza a alguien de forma deliberada y repetida utilizando medios electrónicos, como Internet o el teléfono móvil. Es frecuente, sobre todo entre niños y adolescentes, e incluye mensajes de texto y correos electrónicos abusivos y publicaciones hirientes en las redes sociales. Siempre hay que supervisar a los niños pequeños cuando utilizan dispositivos electrónicos. Hable con ellos sobre cómo mantenerse a salvo cuando utilicen Internet o el teléfono móvil.
El Comisionado de Seguridad Electrónica ofrece consejos para hacer frente al ciberacoso.
¿Cómo reconocer si mi hijo es víctima de acoso?Los niños reaccionan de diferentes maneras cuando son acosados. Los signos a los que hay que prestar atención son los siguientes
- lesiones físicas, como moratones, arañazos o mordiscos
- patrones de sueño inadecuados o mojar la cama
- pedir dinero repetidamente
- no querer ir a la escuela o al preescolar
- deterioro repentino de las tareas escolares o de los deberes
- querer sentarse solo, no participar en actividades
- ansiedad, estar infeliz o enfadado
Cuando te das cuenta de que tu hijo está siendo acosado, es natural que te sientas enfadado y quieras protegerlo. Pero es más probable que detenga el acoso si puede ayudar a su hijo a enfrentarse a los acosadores.
Mantengala calma y escuche a su hijo. A menudo, los niños no hablan con los adultos sobre el acoso porque temen que éste empeore. Es importante que le hagas saber a tu hijo que le crees y que ha hecho lo correcto al contártelo.
Actúa rápidamente para encontrar formas de detener el acoso. Dígale a su hijo que entiende por qué está molesto. Hable con su hijo sobre las estrategias que puede utilizar la próxima vez que sea acosado. Hable de las estrategias que su hijo ya ha utilizado: qué ha funcionado y qué no. Dígale a su hijo que puede evitar a los acosadores, como decir "déjame en paz", alejarse, evitar las situaciones en las que se produce el acoso o buscar amigos que le apoyen.
Colabora con la escuela de tu hijo. Es posible que la escuela no sepa que su hijo está siendo acosado porque puede ser difícil de detectar. Si su hijo está siendo acosado en la escuela, dígaselo a su profesor y al director del centro lo antes posible. Pide una reunión para trabajar juntos en la forma de acabar con el acoso.
No culpes al acosador. Es importante no culpar al acosador ni hablarle negativamente: céntrate en las cosas positivas que puede hacer tu hijo. No intentes que el acosador sea castigado. Sabemos que esto no logra detener el acoso.
A menudo el acoso no es blanco o negro. Es la visión personal de tu hijo de lo que está ocurriendo. Debes ayudarles en todo lo que les haga sentirse tristes, asustados o excluidos.
Para acabar con el acoso escolar es necesario que la comunidad -padres, niños, profesores y amigos- trabaje conjuntamente. Si su hijo ve que alguien está siendo acosado, anímelo a hablar o a contárselo a un profesor.
¿Qué pasa si tu hijo es el acosador?Los niños acosan por muchas razones. Suelen tener problemas de desarrollo, de comportamiento o emocionales, o pueden ser ellos mismos los acosados. Algunos niños pueden no liderar el acoso, pero se unen a él una vez que ha comenzado o observan pasivamente sin hacer nada.
Los acosadores son más propensos a tener problemas de por vida, como depresión o problemas de agresividad. Pero un tratamiento temprano puede evitar que esto ocurra.
Intervenir a tiempo es la clave para que su hijo deje de acosar. Hable con su hijo sobre su comportamiento, explíquele que es inaceptable e intente ayudarle a ver las cosas desde el punto de vista del otro niño. Asegúrate de que tú mismo eres un modelo de comportamiento adecuado. Enfadarse o castigar a tu hijo sólo reforzará el comportamiento de acoso.
Más informaciónLlame a Embarazo, Nacimiento y Bebé al 1800 882 436 para hablar con una enfermera de salud materno-infantil y obtener asesoramiento y apoyo.
La Red de Trauma y Duelo tiene hojas informativas sobre cómo afrontar el acoso escolar.