Efectos psicológicos de la lactancia materna
La leche materna es el mejor alimento para tu bebé. Según la OMS, la lactancia materna debería ser la única opción de alimentación para un bebé hasta los seis meses, y debería complementarse con otros alimentos desde esa edad hasta los dos años. No te pierdas a continuación, los efectos psicológicos que la lactancia materna tiene en tu bebé.
Vínculo materno-filial
Efectos de la lactancia materna
Efectos psicológicos del embarazo
La lactancia materna favorece el desarrollo de un apego seguro entre tu bebé y tú. Según algunos estudios, los bebés que han sido alimentados con leche materna tienen un vínculo mayor con su madre que los que han sido alimentados con leche artificial.
Desarrollo de la autoestima
Aunque seguramente habrás oído que los niños que han tomado lactancia materna son mucho más dependientes de sus madres, no es para nada cierto. Todo recién nacido es totalmente dependiente de su madre al nacer porque para él, el mundo es un lugar incierto. Con el contacto físico continuo que se produce durante el amamantamiento, esos sentimientos de incertidumbre e inseguridad se van disipando, hasta desarrollar un sentido de confianza básica en el mundo y en sí mismo. Un niño seguro de sí mismo es una persona más autónoma, independiente y con mayor seguridad a la hora de relacionarse con los demás.
Desarrollo cognitivo
Diversos estudios han demostrado que los nutrientes de la leche materna contribuyen al desarrollo cerebral. Incluso un bebé prematuro, alimentado en exclusiva hasta los seis meses con lactancia materna, puntúa ligeramente más alto en el test de inteligencia realizado por algunos expertos en diferentes estudios, que un bebé nacido a término alimentado con leche artificial.
Aunque los efectos psicológicos de la lactancia materna en el bebé están demostrados, no debes sentirte culpable si por alguna razón o por decisión propia, no le das el pecho a tu hijo. Es cierto que favorece el vínculo afectivo madre-hijo, pero también es posible transmitirle seguridad, cariño y afecto, aunque le alimentes con leche artificial. Lo importante es que tengas en cuenta que la decisión sólo depende de ti y que no debes sentir ningún remordimiento porque es una etapa única y muy especial, así que ¡disfrútala!