Efectos psicológicos del embarazo
Cuando una mujer espera un bebé, no sólo se producen cambios físicos o anatómicos en su cuerpo, sino que también debemos considerar los efectos psicológicos del embarazo.
Durante la gestación, la mujer atraviesa por una serie de modificaciones en relación a su cuerpo que van acompañadas de manifestaciones psíquicas. Cambia la imagen que tiene de si misma y los efectos psicológicos varían según la etapa del embarazo.
Efectos psicológicos de la lactancia materna
Los efectos del embarazo
En el primer trimestre, la mujer embarazada incorpora al feto como parte integral de su cuerpo. A partir del segundo trimestre, cuando empieza a sentir los movimientos de su bebé, ya lo distingue como un ser separado que necesita de su cuidado y, en la recta final del embarazo, comienza a visualizarse como madre y a establecer una relación con su futuro bebé.
Los efectos psicológicos del embarazo son producto de la multitud de sensaciones que una mujer tiene desde el momento en que sabe que está esperando un bebé. Al principio, la excitación e ilusión se mezclan con la preocupación y ansiedad, sobre todo, cada vez que vas a realizarte una prueba médica.
En el segundo trimestre, cuando empiezas a sentir los movimientos fetales, aumenta el sentido de realidad acerca del embarazo. Es una etapa en la que tanto la madre como el padre fantasean acerca de cómo será el bebé que están esperando. En algunos casos, puede que el cambio de su imagen y, especialmente, su aumento de peso, cause angustia y rechazo, pero no es lo habitual.
De nuevo, en la recta final del embarazo, vuelve el temor y la ansiedad ante la cercanía del parto, así como otras preocupaciones relacionadas con el dolor y la salud del bebé. Para paliar al máximo los efectos psicológicos del embarazo es muy importante el apoyo familiar, principalmente de tu pareja, y disponer de una buena comunicación con el médico responsable de tu embarazo.