El cuidado de los niños: vivir en un pueblo
Vivir en un pueblo o en una ciudad es un debate que debería orientarse en función de la edad. Probablemente, no opine igual un adolescente de 18 años que un niño de 6; ni unos padres que adoren la tranquilidad de conocer a todas las personas que rodean a su pequeño, frente a otros que valoren más la gran variedad de servicios que una gran ciudad pone a tu alcance. En cualquier caso, el cuidado de los niños en un pueblo tiene sus ventajas, vemos cuáles son a continuación.
Sin duda alguna lo que más valoran las familias del cuidado de los niños en un pueblo es la seguridad. Es muy habitual ver a los niños jugando en las calles con total libertad sin la compañía de un adulto, al igual, que pasar mucho más tiempo al aire libre. Esto se debe, por un lado, a que el tráfico no es comparable con el de una gran ciudad por lo que existe menos peligro; y, por otro, todo el mundo se conoce por lo que los padres sienten otra tranquilidad.
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Aparte de estas ventajas, otra de ellas es el contacto con la naturaleza. No sólo la contaminación ambiental es mucho menor en un pueblo que una ciudad, sino que, además, los niños tienen a su alcance más espacios verdes, campo y parques en los que pasar sus ratos libres sin tener que dedicar excesivo tiempo a desplazarse de un lugar a otro ya que las distancias son mínimas.
Otro aspecto para tener en cuenta en el cuidado de los niños en un pueblo es que es bastante más barato. De hecho, en los últimos años, se han incrementado el número de familias que trabajan en una gran ciudad, pero viven en el pueblo más cercano. El precio de la vivienda o de los productos más básicos les permiten ahorrar y disponer de mayor calidad de vida.