El cuidado de los niños autistas
El cuidado de los niños autistas es una difícil tarea tanto para padres como educadores. El principal problema reside en que las causas de este trastorno infantil, que se produce con mayor probabilidad en niños que en niñas, se desconocen, lo que dificulta aún más su tratamiento. Vemos a continuación cuáles son los síntomas más habituales para detectar esta enfermedad y algunos consejos sobre cómo tratar a los peques en estos casos.
Síntomas
Juegos educativos para los niños: la importancia del juego en los niños autistas
¿Qué significa "ceguera mental" y cómo perjudica a los niños autistas?
- Falta de reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.
- Ausencia de búsqueda de consuelo.
- Ausencia de la capacidad de imitación.
- Ausencia de vías de comunicación adecuadas, tanto verbales como no verbales.
- Ausencia de actividad imaginativa.
- Limitación marcada de intereses.
Consejos para el cuidado de niños autistas
Consulta con un especialista
Es de vital importancia que tu hijo tenga un diagnóstico personalizado, realizado por un profesional. La intervención temprana en estos casos, permite una mayor mejora.
Crea nuevas formas de comunicación
Normalmente los niños autistas tienen formas particulares de mostrar sus sentimientos. Por eso, es importante que puedas descifrarlas para poder actuar en consecuencia.
Demuéstrales tu cariño
Como para cualquier niño, las muestras de cariño, amor y afecto son fundamentales. Que no sepan mostrar sus sentimientos, no implica que no tengan la necesidad de sentir tu apoyo.
El juego
La importancia del juego en los niños autistas es tal que puede lograr avances increíbles en la enfermedad. Jugar con imágenes es un gran recurso ya que el 90% de los conocimientos adquiridos lo hacen a través de la visión.
Cambios de rutina
Pon especialmente atención a los cambios de rutina. La modificación en sus actividades diarias puede producirles un gran desequilibrio.
Fomenta el contacto social
Trata de que te mire cada vez que le hablas, tomando lentamente su cabeza para estimular el contacto visual (siempre y cuando no le genere ansiedad). Hazlo siempre con cariño y mostrándole tu confianza.