Chappell Roan Dice Que La Maternidad Es 'El Infierno'. Tiene Razón.

Ser madre en los Estados Unidos es muy difícil. Pero muchos de nosotros todavía queremos pretender que no lo es. Esto fue evidente tras la reacción a los recientes comentarios de Chappell Roan sobre la crianza en el podcast Call Her Daddy.

En el podcast, Roan le dijo a la anfitriona Alex Cooper que la mayoría de sus amigos de su estado natal de Missouri ya se habían casado y tenido hijos, y que no estaba segura de estar interesada en convertirse en madre. “Todos mis amigos que tienen hijos están en el infierno”, dijo Roan a Cooper. “De hecho, no conozco a nadie que sea feliz y tenga hijos a esta edad ... Literalmente no he conocido a nadie que sea feliz, que tenga luz en sus ojos, que haya dormido.”

Esto, en teoría, no es una declaración controvertida. Roan tiene 27 años, lo que significa que la mayoría de sus amigos probablemente tengan alrededor de la misma edad y, por lo tanto, tengan hijos muy pequeños. Múltiples estudios han indicado que este es el período más estresante en la vida de las madres jóvenes, con los niveles de satisfacción de las mujeres disminuyendo drásticamente desde el momento en que dan a luz a sus primeros hijos hasta la edad en que se vuelven más autosuficientes, alrededor de los 8 o 9 años. (Los niveles de felicidad son incluso más bajos para las mujeres que tienen múltiples hijos pequeños.) Tiene todo el sentido del mundo que Roan no conozca a ninguna madre joven que sea feliz, porque estadísticamente, la mayoría de las madres jóvenes que conoce probablemente no lo son.

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Y aunque estoy segura de que hay madres que objectarían a la contundencia de la declaración de Roan, como madre de dos, no conozco a una sola madre que no esté de acuerdo con la esencia de esto. No puedo recordar la última vez que tuve una conversación con la madre de un niño menor de 10 años en la que no habláramos sobre lo poco que dormimos y lo completamente estresadas que estamos. Claro, hay un espectro, y algunas madres parecen estar mejor equipadas para lidiar con ese estrés que otras. Pero el estrés sigue presente, porque esa es la realidad cotidiana de criar niños pequeños.

Pero las madres en Internet estaban indignadas por los comentarios de Roan. La publicación conservadora Evie Magazine publicó un Instagram con el pie de foto: “Tener hijos es una bendición, no una carga 🫶”, uniendo la aparición de Roan en CHD con imágenes de hermosos padres jóvenes disfrutando con sus bebés en lugares tropicales. Las mamás en TikTok también estallaron. “¿Es el infierno que tu hijo te mire a los ojos desde el otro lado de la habitación y se relaje porque sabe que está seguro en tu presencia?”, preguntó retóricamente un creador, antes de besar la cabeza de su bebé. Otra dijo sobre Roan: “Es gracioso porque lo que necesita es un hijo que le traiga esa felicidad y ese amor a su corazón.”

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A un nivel, esto es solo la última entrega en el viejo debate entre mujeres con hijos y mujeres sin ellos, en el que ambos lados sienten la necesidad de demostrar quién ha tomado la mejor decisión de vida. Lo ves todo el tiempo en Internet: cuando alguien publica un TikTok viral presumiento de cómo se negó a ceder su asiento de avión a un niño que llora, o cuando alguien tuitea sobre lo irritante que es cuando los niños pequeños intentan acariciar a su perro. La conversación invariablemente se convierte en una guerra de sangre entre dos lados que intentan hacer un argumento que realmente nadie les pidió hacer.

Pero hay algo más sucediendo aquí. Recientemente, ha habido un cambio cultural de reconocer las realidades de la maternidad a ocultarlas. Durante principios de 2000 y 2010, no había nada particularmente subversivo en ir en línea y proclamando que ser madre es realmente difícil. De hecho, era bastante común entre liberales y conservadores por igual. El auge de la blogosfera de mamás a mediados de los 2000, en la que las madres que se quedaban en casa compartían sus pensamientos sin filtro sobre la depresión posparto, los vómitos, y las luchas con la lactancia, reflejaba la necesidad de las mujeres de tener un espacio para compartir sus sentimientos complejos sobre la maternidad. Incluso las influenciadoras de Instagram más aspiracionales, mujeres que a menudo eran tanto política como religiosamente conservadoras, publicaban selfies sin maquillaje, fotos de guarderías desordenadas, y pies de fotos sobre sus luchas con la depresión posparto o la infertilidad.

Durante la pandemia, que dejó a las mujeres asumiendo la mayor parte de las tareas de cuidado infantil, la conversación sobre las dificultades de la crianza en los Estados Unidos se volvió aún más fuerte. Las llamadas a la licencia parental pagada obligatoria y al cuidado infantil financiado por el estado abundaban, y había una creencia generalizada de que algo desesperadamente tenía que cambiar. Sin embargo, en los últimos años, ese consenso se ha desintegrado.

Ahora, si pasas mucho tiempo en Internet, donde nuestros feeds se han llenado de imágenes de amas de casa rubias esbeltas acariciando las cabezas de sus bebés, es difícil no sentir que hay un esfuerzo concertado por minimizar las dificultades de la maternidad en favor de promover sus recompensas. TikTokers como Kylie Perkins han construido un enorme seguimiento al avergonzar a las madres jóvenes por experimentar estrés o agotamiento, gritándoles esencialmente que hagan la colada o limpien la casa, y libros como What Are Children For? intentan persuadir a los liberales ambivalentes de que tienen una obligación moral de reproducirse. Influencers de derecha como Candace Owens y Brett Cooper también han jugado un tremendo papel en exaltar las virtudes de la maternidad joven ante mujeres que previamente estaban indecisas. “Ellas creen que la maternidad es importante”, dijo Cooper el año pasado sobre las mujeres de la Generación Z, que según ella ha comenzado a fantasear con convertirse en madres jóvenes debido a sus “instintos biológicos” de procrear.

Ya no parece aceptable que una madre en Internet se muestre honesta sobre las realidades de la crianza. En el raro caso de que lo haga, como la TikToker Nurse Hannah, quien publicó un video de sí misma dejando 17 pañales sucios esparcidos por la casa durante un fin de semana de crianza en solitario, es recibida con un amplio desprecio. Los comentaristas la acusaron de ser una cerda desaliñada y una mala madre, en lugar de preguntar qué circunstancias graves llevaron a la condición de su hogar en primer lugar. En subreddits sarcásticos, parece haber una nueva Nurse Hannah cada día, con usuarios de Reddit criticando cada aspecto de la crianza de una madre influyente, desde la comida que dan a sus hijos hasta la limpieza de sus salas de juegos. Las mujeres que se atreven a reconocer los aspectos menos deseables de la maternidad son particularmente vulnerables a este tratamiento. Al igual que Roan, son castigadas como feministas amargadas y miserables que ni siquiera merecen ser bendecidas con hijos en primer lugar. Solíamos ver las dificultades de la maternidad como una verdad universalmente aceptada. Ahora, cuando alguien es honesto sobre lo difícil que es, percibimos su honestidad como nada menos que una admisión de culpa.

Es difícil exagerar cuán desorientador es todo esto. Porque a pesar de la abundancia de imágenes pro-madre en la cultura en este momento, ser madre en los Estados Unidos no se ha vuelto más fácil; de hecho, gracias a la guerra de los conservadores contra las libertades reproductivas de las mujeres, probablemente se ha vuelto mucho más difícil. No solo las mujeres ahora tienen menos voz en cómo o cuándo eligen tener hijos en primer lugar, sino que también tienen que pretender disfrutar cada segundo de ello, o arriesgarse a ser etiquetadas como deficientes. No es solo que Chappell Roan tenga razón; cada madre de hijos pequeños sabe que lo es. Lo que ha cambiado es que ahora están bajo una inmensa presión para pretender que está equivocada.