Cómo despojar a su hijo

"¡Pero lo quiero ahora!" Todos los niños pasan por una fase de yo, mío, ahora cuando son bebés pequeños y niños pequeños, y es normal que sean egocéntricos. En otras palabras, son el centro del universo y todo gira a su alrededor.1 No eres un mal padre, ni tu hijo es malo si pasa por esta fase. Pero, ¿qué es lo normal y cuándo tenemos entre manos a un niño malcriado? Y si ha notado que se le están malcriando algunas cosas, no se preocupe: es absolutamente posible desmalcriar a un niño.

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Signos de un niño malcriado

Los niños malcriados son desagradecidos y están acostumbrados a conseguir lo que quieren cuando lo quieren. Y si no es así, hay que esperar a la crisis. No sólo están aprendiendo a desenvolverse en el mundo y a tener en cuenta a los demás, sino que no aprecian lo que los demás necesitan y esperan que la gente satisfaga sus necesidades o deseos sin dar (o hacer) nada a cambio. 1 Otros signos o comportamientos a los que hay que prestar atención son:2

    Autocontrol limitado

    Ser dominante o mandón

    Agresión

    Ser egocéntrico

    Impulsividad

¿Cuál es la causa de que un niño sea malcriado?

Lamento decir que muchos de los comportamientos malcriados se deben a los padres. Esto no quiere decir que los padres que malcrían a sus hijos sean malos, ya que en la mayoría de los casos no es intencionado.3 ¡Muchos niños acaban siendo malcriados porque sus padres quieren lo mejor para ellos! Como padres, queremos complacer a nuestros hijos y garantizar su felicidad. Les hacemos regalos, les preparamos caprichos y vamos a restaurantes, tiendas, parques de atracciones, etc., para entretenerles. Sin embargo, esto puede dar lugar a que los niños adquieran derechos o esperen este tipo de trato todo el tiempo.

Pero la principal razón por la que los niños se vuelven malcriados es la crianza indulgente o permisiva. Esto ocurre cuando un padre no pone límites firmes ni muchas normas y no utiliza la disciplina.4 Esto puede hacer que los niños se vuelvan egocéntricos, inmaduros, egoístas y narcisistas. Nadie puede ser perfecto todo el tiempo, incluidos los padres. Y a veces es más fácil ceder y decir "sí", pero los niños aprenden que si regañan, se quejan o tienen una rabieta, conseguirán lo que quieren.

A veces, tratar y mimar a los niños o ser permisivo viene del sentimiento de culpa. Muchos padres trabajan muchas horas fuera de casa. Pasar tiempo lejos de sus pequeños les hace sentir mal, así que intentan "comprar" su cariño o incluso, sin querer, intentan hacer las cosas fáciles y divertidas porque no tienen suficientes horas con ellos. Y es una forma más agradable de pasar tiempo juntos que discutiendo y poniendo normas o consecuencias.

No hay nada malo en mimar de vez en cuando a un niño o en darle un capricho especial, y nadie puede ser siempre perfecto. Todos hemos sido ese padre cansado que escogía su batalla, miraba hacia otro lado ante un comportamiento desafiante que en última instancia no era dañino ni peligroso, y decidía no atenderlo. Pero estamos hablando de patrones, en los que tener derecho y ser mimado, o tener una falta de límites y normas, se refuerzan una y otra vez, no de un pequeño capricho de vez en cuando.

How To Unspoil Your Child

Teniendo todo esto en cuenta, ¿puede aprender a desempolvar a su hijo? Por supuesto.

Esencialmente, el comportamiento consentido dura mientras sigamos reforzándolo. Esto significa que debemos deshacer el comportamiento exigente y con derecho a todo siendo coherentes con las normas, las expectativas, los límites y las consecuencias, y no cediendo. Es más fácil decirlo que hacerlo, ya que los niños que se han acostumbrado a que las cosas salgan como ellos quieren pueden tener fuertes sentimientos cuando cambian las normas. He aquí algunas estrategias para ayudar a tu hijo a volver a sentir empatía y compasión y para ayudarte a despojarle de sus límites.

1. No les pongas las cosas demasiado fáciles

No quiero decir que seas malo o que no les ayudes, pero a veces, sin querer, hacemos demasiado por nuestros hijos y no les permitimos aprender habilidades para la vida. Cuando hacemos demasiado por ellos, allanamos los caminos de sus vidas, lo que significa que no aprenden a enfrentarse a la decepción o a los retos. Así que empieza por algo pequeño y deja que experimenten un reto o un poco de incomodidad. Por ejemplo, en lugar de apresurarse a atarse los zapatos, permítales intentarlo primero. O en vez de comprarles otro helado porque no quieren de vainilla, permíteles comer el sabor vainilla o no comer el helado que has comprado.

2. La paciencia es una virtud

En nuestro mundo moderno, casi todo lo que queremos está al alcance de un botón. ¿Quieres hablar con tus abuelos del otro lado del mundo? Hecho. ¿Quieres ver cualquier película que se te ocurra a la carta? Pues ya está. Debemos dar a nuestros hijos la oportunidad de practicar la paciencia. Es una habilidad que se aprende con el tiempo. Así que no te precipites a la hora de dar las cosas. Al igual que en la estrategia anterior, no te apresures a darles lo que quieren. Hazles esperar o que se ganen algo antes de conseguir lo que quieren.

3. Enséñele a gestionar los sentimientos fuertes

Gran parte de la tarea de educar a un niño consiste en ayudarle a gestionar las emociones fuertes. Esto se debe a que tendrán que aprender a lidiar con la paciencia, la decepción (como se ha mencionado anteriormente) o la angustia cuando las cosas no van bien. Enséñales habilidades o estrategias tranquilizadoras que les ayuden a controlar su enfado: mover el cuerpo, aprender a hablar de las cosas, respirar con calma, etc.

4. Aprende a sobrellevar las rabietas

Esto es más para ti que para tu hijo. No hay necesidad de interferir si no están en peligro durante una rabieta. Mantente presente y cerca (no rechazamos a nuestros hijos cuando tienen grandes sentimientos), pero no te involucres en una rabieta. Lo sé; es difícil cuando estás en público y te mortifica que se estén derritiendo porque no pudieron comer la chocolatina. Pero ceder en ese momento sólo reforzará los comportamientos malcriados que quieres eliminar.3 Mantente firme, permíteles tener una rabieta y asegúrate de cuidarte, ya que puede ser estresante y abrumador cuando nuestros hijos expresan grandes sentimientos.

5. Tener una actitud de gratitud

Es esencial saber cómo enseñar a apreciar a un niño malcriado. Una forma clave de hacerlo es desarrollando una actitud de gratitud. Los niños agradecidos son más felices, más optimistas, tienen mejor apoyo social (tienden a dar más apoyo social y a recibir apoyo a cambio) y están más satisfechos con sus vidas.5 Podemos enseñar gratitud mediante cosas como:

    Modelar el comportamiento que esperamos de nuestros hijos

    Llamar su atención sobre los aspectos positivos y positivos de la vida

    Retribuir (donar tiempo y recursos para ayudar a los demás)

    Ser consciente de otras personas y de sus vidas (diferencias, culturas, historia, retos, etc.)

    Desarrollar un ritual diario para identificar algo pequeño por lo que estén agradecidos en sus vidas.

    Ejercicios y actividades de gratitud

Es posible desenvolver a su hijo; sólo hace falta constancia y perseverancia. Cuando lo consiga, no sólo se beneficiará su hijo, sino también usted y toda la familia. Ser agradecido y apreciativo ayuda a su hijo a ser más feliz y mejora su bienestar.5 Por supuesto, su hijo no es perfecto, así que a veces parece desagradecido o un poco exigente, pero eso es normal. Conviértalos en momentos de aprendizaje y siga siendo coherente con sus normas, límites y expectativas. Estos momentos de malcriadez desaparecerán pronto.

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