Esta adolescente escribió un libro sobre lo que sintió cuando deportaron a su madre a México
Estela Juárez, de 14 años, que escribió un libro infantil sobre la deportación de su madre Alejandra a México, ha vuelto con su madre, pero dice que su familia sigue sufriendo los efectos de la separación familiar.
"Hasta que alguien escuche", fue publicado por Macmillan el 13 de septiembre de 2022 y coescrito con Lissette Norman. El libro es una remembranza de los recuerdos de infancia de Estela: enterarse de que su mamá no tenía documentación ("un hombre del gobierno vino a nuestra casa"), ver cómo Alejandra era deportada a México ("sentí como si alguien nos partiera en dos") y vivir separados.
"Yo era una nube, una nube sombría que se sienta y se queda", escribió Estela.
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En 2021, tras vivir tres años separada de su familia, Alejandra, de 44 años, obtuvo un año de libertad condicional humanitaria, que se prorrogó hasta mayo de 2023. Alejandra dice que le han concedido otra prórroga hasta mayo de 2024.
Ahora está de vuelta en Davenport, Florida, viviendo con su marido Temo Juárez, veterano del ejército y ciudadano estadounidense naturalizado, y sus hijas Estela y Pamela, de 21 años. Con un futuro incierto, Alejandra ha decidido no volver a solicitar la libertad condicional humanitaria cuando expire su estatuto el próximo año.
La historia de Alejandra comienza a finales de los años 90, cuando llegó a Estados Unidos siendo una adolescente en busca de asilo, con la esperanza de dejar atrás las peligrosas condiciones de vida en México, según explica en la docuserie de Netflix de 2019 "Living Undocumented."
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Según Alejandra, solicitó visados de trabajo para vivir en EE.UU. en tres ocasiones, pero sus solicitudes fueron rechazadas. Así que Alejandra decidió entrar en Estados Unidos por la frontera de Laredo (Texas) declarándose falsamente ciudadana estadounidense.
Fue capturada y devuelta a México; sin embargo, su segundo intento funcionó.
Alejandra se mudó a Florida, donde conoció a Temo en un gimnasio y se enamoró. La pareja se casó en 2001 y regentó un negocio de instalación de suelos mientras criaba felizmente a sus hijas, hasta que un control de tráfico en 2013 destapó la situación legal de Alejandra.
A Alejandra se le impuso una orden de supervisión y la obligación de presentarse ante el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cada dos años.
Ese procedimiento cambió cuando el presidente Donald Trump asumió el cargo en 2016 e impuso políticas migratorias más estrictas. En 2017, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos declaró que "todos aquellos que violaran la ley de inmigración" serían sujetos a arresto, detención o expulsión del país.
Alejandra se enteró de que sería deportada de EE.UU. Su pesadilla se convirtió en realidad el 3 de agosto de 2018.
"Temía irme a dormir la noche antes de que se fuera porque sabía que cuando me despertara me despediría de mi madre", dice Estela. "Ningún niño merece quedarse sin su progenitora. Aquellos días fueron terribles".
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Alejandra se fue a la península de Yucatán, donde encontró un apartamento, pagado en parte por donaciones de GoFundMe, y trabajó en empleos "aquí o allá" traduciendo documentos legales en inglés.
La familia se dividió aún más cuando decidieron que Estela viviera en México con su mamá, plan que fue posible porque Alejandra había solicitado previamente la doble nacionalidad para Estela. Pamela se quedó en Florida con Temo.
Cuando empezó la pandemia de COVID-19, Estela volvió a casa para vivir con su padre y su hermana en Florida.
Allí, Estela escribió cartas a funcionarios del gobierno, incluido el presidente Trump, pidiendo que su madre volviera a casa.
Tras la serie de Netflix, se pidió a Estela que leyera esa carta en la Convención Nacional Demócrata de 2020, durante la carrera presidencial del presidente Joe Biden.
"Me llamo Estela, tengo 11 años", dijo en la lectura televisada. "Mi madre es mi mejor amiga. Vino a Estados Unidos de adolescente hace más de 20 años sin papeles en busca de una vida mejor. Se casó con mi padre, que sirvió a nuestro país como marine en Sudamérica, África e Irak. Mi mamá trabajó duro y pagó impuestos... ahora mi mamá ya no está".
El año pasado, con la ayuda del congresista de Florida Darren Soto, Estela y Alejandra escribieron cartas al Presidente Biden pidiéndole que reuniera a su familia.
"Querido Presidente Biden, espero que se acuerde de mí. Me llamo Estela Juarez.... Creo que mi madre le caería bien", escribió. "Sé que vino a Estados Unidos ilegalmente, lo cual estuvo mal, pero era una adolescente y estaba sola cuando vio un crimen y tuvo que huir para salvarse. Es valiente y fuerte".
Estela añadió: "Ya han pasado otras fiestas. Se ha convertido en la parte más triste del año. Mi madre (siempre solía) escuchar música y cantar cuando cocinaba para las fiestas. Ahora, cuando paso por la cocina, todo está en silencio. No hay olor a su sopa de verduras llenando la casa, dándome hambre".
Juntos ahora, aunque temporalmente, la familia saborea los paseos diarios y cocinar las flautas de pollo favoritas de Estela. Alejandra está esperando a que le llegue el permiso de trabajo, pero debido a la acumulación de solicitudes, no puede conseguir un empleo.
Alejandra dice que los días se alargan esperando a que Estela vuelva del colegio.
"Estoy agradecida al Presidente Biden, pero necesito una solución permanente para curarme", dice Alejandra. "No quiero vivir así el resto de mi vida".
La diputada Soto ha vuelto a presentar un proyecto de ley llamado "Protect Patriot Spouses Act" en honor de Alejandra y otros cónyuges de militares, para facilitar la permanencia en el país de los cónyuges indocumentados de militares y veteranos.
Alejandra dice que no se arrepiente de sus decisiones.
"Les hice a mis hijos el mejor regalo que podía hacerles", dice. "Quiero que hagan algo por sí mismos de la forma en que yo no pude".
Alejandra dice que a menudo le pregunta a Estela por qué sigue escribiendo. "Ella todavía tiene esperanza (para nuestra familia)", dice la mamá. "Estela es una persona muy positiva, gracias a Dios".
El segundo libro de Estela, que está escribiendo, está dirigido a jóvenes adultos y profundiza en su experiencia como hija de un inmigrante indocumentado.
"Me gusta ver (mi escritura) como algo hermoso que surgió de una situación triste", dice Estela. "Es mi proyecto para compartir con el mundo".