La cultura del vino de mamá: Los riesgos y las señales de que necesitas ayuda
Después de un largo día haciendo malabarismos con los niños, a menudo recurrimos a las redes sociales y nos reímos cuando encontramos memes o imágenes que ridiculizan el consumo de alcohol como estrategia de crianza.
Sin embargo, los expertos han advertido de que beber alcohol para hacer frente al estrés en lugar de buscar salidas más beneficiosas es más perjudicial que útil.
El Centro de Investigación de Políticas sobre el Alcohol de la Universidad de La Trobe realizó un estudio centrado en cómo los sitios de redes sociales que supuestamente apoyan a las madres "promueven activamente el consumo de riesgo".
Esto es exactamente lo que está mal con la cultura del vino de mamá
Franzia, el icono del vino en caja, tiene una tienda que vende una mochila dispensadora de vino
Muchas celebridades y personas influyentes en las redes sociales han sido acusadas de dar glamour a esta "cultura del vino para mamás", un término utilizado para describir la creciente tendencia de mamás ocupadas y abrumadas que se toman un tiempo para disfrutar de una copa de vino solas, o con amigos o familiares. Se considera una oportunidad para relajarse, automedicarse, conectar con otros padres y celebrar los éxitos de la crianza.
Aquí te revelamos los posibles peligros para las madres y sus familias, las señales que indican que puedes tener un problema con la bebida y dónde conseguir ayuda.
Definitivamente no estás sola y este artículo no es un juicio sobre nadie; muchas mujeres de todos los ámbitos de la vida se han visto enormemente influenciadas por esta creciente tendencia. Lo entendemos. Ser padres es duro.
¿Cuáles son los posibles peligros de la cultura del vino de mamá?- Consumo excesivo de alcohol: La cultura del vino de mamá fomenta el consumo frecuente y excesivo de alcohol, lo que conlleva riesgos para la salud relacionados con el alcohol, como daños hepáticos y adicción. En el caso de las mujeres, el consumo excesivo de alcohol se define como más de una bebida al día o siete a la semana.
- Pérdida de productividad: La cultura del vino de mamá puede provocar una disminución general de la productividad, ya que las personas se preocupan por la bebida y dedican menos tiempo a tareas más importantes.
- Aumento de los conflictos: Cuando las personas se intoxican, aumentan las posibilidades de que surjan conflictos con la pareja o los hijos.
- Tensión financiera: Los gastos derivados de la compra regular de bebidas alcohólicas pueden acumularse rápidamente y provocar tensiones económicas.
- Riesgo de intoxicación etílica: Beber grandes cantidades de alcohol en poco tiempo puede provocar una intoxicación etílica, que puede ser mortal.
- Beber a escondidas o mentir sobre la cantidad de alcohol consumida.
- Le resulta difícil limitar la cantidad de alcohol que consume.
- Beber para hacer frente al estrés o la ansiedad
- Sentirse culpable o avergonzado por beber
- Perder el conocimiento o la memoria después de beber
- Descuidar responsabilidades o compromisos debido a la bebida
- Seguir bebiendo aunque cause problemas en las relaciones.
- Necesitar cada vez más alcohol para sentir los mismos efectos.
- Experimentar síntomas de abstinencia cuando no se bebe
Si algo de esto le suena a usted o a su pareja, hay ayuda disponible.
Puedes acudir a tu médico de cabecera o a tu servicio local de salud para que te aconsejen y te ayuden.
Otras opciones son llamar al Servicio de Información sobre Alcohol y Drogas (ADIS) al 1800 250 015, acudir a un servicio local de alcohol y drogas o ponerse en contacto con un consejero o psicólogo.
También puedes unirte a un grupo de autoayuda como Alcohólicos Anónimos (AA) o Moderation Management (MM).