Vegemite podría ser la clave de los abortos espontáneos y los defectos congénitos
Una de cada cuatro mujeres sufre un aborto espontáneo y cada año nacen 7,9 millones de bebés con defectos congénitos. Hasta hace poco se desconocía la causa de estas elevadas tasas de defectos congénitos y pérdidas de embarazos. Sin embargo, investigadores del Victor Chang Research Institute de Sídney creen haber encontrado una respuesta, al menos para algunas de estas estadísticas.
Una molécula, conocida como NAD (Nicotinamida adenina dinucleótido) es responsable del desarrollo de los principales órganos. Cualquier alteración en la producción de NAD provoca una deficiencia, que a su vez altera el crecimiento natural de la producción de energía, la reparación del ADN y la comunicación celular. Se ha descubierto que esta deficiencia es especialmente perjudicial durante el embarazo, lo que provoca graves problemas en el desarrollo del embrión.
La investigación ha descubierto que esta deficiencia puede curarse tomando una vitamina común para garantizar que el NAD se mantenga en niveles saludables. El profesor Dunwoodie, del Instituto de Investigación Victor Chang, afirma que tiene el potencial de "reducir significativamente el número de abortos espontáneos y defectos congénitos en todo el mundo".
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La investigación descubrió que el suplemento dietético B3, también conocido como niacina, estaba en el centro del problema. La vitamina B3 se encuentra en carnes y verduras de hoja verde, así como en Vegemite. En el estudio, en el que los niveles de vitamina B3 de las madres eran muy bajos, antes de introducir la vitamina B3 en la dieta de las madres, los embriones abortaron o los bebés nacieron con diversos defectos congénitos. Tras el cambio de dieta, se evitaron por completo tanto los abortos espontáneos como los defectos congénitos. Todas las crías nacieron sanas.
El descubrimiento se ha comparado con el avance del ácido fólico y la espina bífida, que cambió las recomendaciones de atención preconcepcional en todo el mundo. Tomar ácido fólico antes de la concepción ha ayudado a reducir los casos de espina bífida en un 70%. Los investigadores del Instituto de Investigación Victor Chang son optimistas y creen que este avance en torno a la vitamina B3 tendrá el mismo efecto.
El siguiente paso de la investigación será desarrollar una prueba diagnóstica que pueda medir los niveles de NAD en mujeres con riesgo de tener un bebé con defectos congénitos, para garantizar que tienen niveles suficientes de B3.
El profesor Winlaw, jefe de cirugía cardiaca del Hospital Infantil de Westmead, está igualmente entusiasmado con los resultados y su potencial para reducir las tasas de abortos espontáneos y posibles defectos congénitos. La cardiopatía congénita es el defecto congénito más frecuente y afecta a uno de cada 100 bebés.
El profesor Winlaw pide cautela y afirma que "queda trabajo por hacer: necesitamos realizar más estudios en humanos para conocer los niveles de niacina a lo largo del embarazo y en el momento crítico en que se están formando los órganos en el embrión". Hay que seguir trabajando antes de modificar la dosis diaria recomendada de vitamina B3 para las embarazadas.