¿Piel sensible? Evite los productos químicos desagradables

No hay nada como el tacto aterciopelado de la piel de un recién nacido. Es una de las muchas cosas maravillosas que tienen los bebés. Tienes razón al pensar que es así porque no han estado expuestos a todos los factores ambientales que endurecen nuestra piel con el paso del tiempo, pero hay algo más en juego.

Curiosamente, la piel es uno de los únicos órganos importantes que no está completamente formado en un bebé sano a término. Cuando un bebé nace, su piel está lo suficientemente formada como para protegerle hasta cierto punto, lo que se conoce como "función de barrera competente", pero sigue evolucionando y desarrollándose a lo largo del primer año de vida. Por eso, los bebés corren el riesgo de absorber sustancias nocivas que los adultos podemos evitar fácilmente.

Por eso es tan importante utilizar un detergente que no comprometa la "función barrera". Dado que nuestra ropa está pegada a la piel todo el día y toda la noche, es lógico lavarla con un detergente que no contenga sustancias químicas nocivas.

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La mayoría de las marcas de detergente para la ropa de los supermercados contienen todo tipo de ingredientes químicos utilizados para aumentar el poder de limpieza, o hacer que parezca que están mejorando el poder de limpieza. Hay blanqueadores, abrillantadores, espumantes, por nombrar algunos. Ninguno de ellos sirve realmente para eliminar la suciedad de la ropa, sino que se utilizan para que la ropa parezca más brillante y el agua más jabonosa.

Si tienes un bebé en casa, algunas de las sustancias químicas que debes intentar evitar en tu detergente para la ropa son:

• SLS (Laurel sulfato sódico): es un agente espumante y un conocido irritante de la piel. Se cree que altera los aceites naturales que produce la piel y que ayudan a mantenerla sana. Esta alteración provoca daños directos, haciéndonos más susceptibles a la absorción de alérgenos.
• Fragancias sintéticas: muchas fragancias sintéticas se han relacionado con múltiples problemas de salud. El asma, las alergias y las migrañas son sólo el principio; también se asocian a alteraciones hormonales. Es un tema que todavía se está estudiando intensamente, así que mejor evitarlos para estar tranquilos.
• Blanqueadores ópticos, colorantes y decolorantes: Hay pruebas que sugieren que estos agentes son "potencialmente tóxicos" para los seres humanos, y sabemos que son tóxicos para el medio ambiente, así que hasta que no se demuestre que su uso es seguro, es mejor evitarlos.

Hay muchas opciones más seguras. Busque productos que utilicen agentes naturales, como el aceite de eucalipto, que hayan sido dermatológicamente probados y que estén específicamente diseñados para pieles sensibles.

Dado que toda nuestra ropa, ropa de cama, toallas de baño, paños de cocina y cualquier otro artículo de tela que utilicemos a diario en nuestros hogares debe lavarse, y todos ellos se encuentran cerca de nuestra piel (o alimentos), merece la pena asegurarse de que el producto con el que se lavan es seguro.