Cómo vestir y dormir al bebé en invierno
Saber cómo vestir y dormir a un bebé en invierno puede ser a veces complicado, ya que ellos no pueden decir exactamente si están demasiado abrigados, demasiado fríos o en su justa medida. Sobre todo en el caso de los recién nacidos, es importante acertar, ya que no pueden regular su temperatura hasta los 3 meses. Vestirlo en exceso puede provocar un sobrecalentamiento, lo que aumenta el riesgo de SMSL. O, si el bebé tiene demasiado frío, estará incómodo y posiblemente tendrá problemas para conciliar el sueño, o se despertará con más frecuencia.
Se trata de encontrar el punto óptimo de temperatura que se adapte a tu bebé y a su entorno. Cuando hace frío, es una buena idea vestir a tu bebé en capas, para que puedas quitárselas en función de la temperatura ambiente, o añadírselas cuando salgas al exterior.
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Una buena forma de comprobarlo es palpar el pecho, la espalda o la barriga del bebé, que debe estar caliente. No te preocupes si sus manos y pies están fríos, es perfectamente normal y no es un buen indicador de su temperatura.
¿Cómo debo vestir a mi bebé para que duerma cuando hace frío?Los bebés duermen bien y con seguridad cuando no tienen ni demasiado calor ni demasiado frío, e idealmente queremos vestir a los bebés con la cantidad adecuada de capas para mantenerlos calientes sin necesidad de mantas. ¿Y cómo es eso?
- Viste a tu bebé con capas de ropa ajustada, como una camiseta y un mono, en lugar de un pijama.
- No le pongas gorros ni sombreros en la cama. Los bebés pueden sobrecalentarse rápidamente si se duermen con gorros, que además pueden suponer un riesgo de asfixia o ahogo.
- Vigila la temperatura de la habitación en la que duerme tu bebé. La Fundación SIDS - Red Nose no recomienda una temperatura ambiente específica para el sueño del bebé. Debido a que no hay pruebas que demuestren que el mantenimiento de una temperatura ambiente específica prevenga la muerte súbita del lactante. Siempre que se acueste al bebé de espaldas y se le vista de forma adecuada a la temperatura de la habitación -ni demasiado ni demasiado poco-, con la cabeza y la cara descubiertas, puedes estar segura de que estás protegiendo al bebé del sobrecalentamiento.
- No utilices nunca mantas eléctricas ni bolsas de agua caliente para calentar la cama de tu bebé.
- Si decides envolver a tu bebé, utiliza envoltorios ligeros de algodón o muselina (lo que puedes hacer desde el nacimiento hasta que empiece a rodar, que suele ser alrededor de los 4 meses). Asegúrate de que el envoltorio no sobrepasa los hombros del bebé y no está demasiado apretado.
- Un saco de dormirinfantil seguro (con sisas o mangas, y sin capucha) puede ser una buena opción para vestir a tu bebé para dormir. Un saco de dormir del tamaño adecuado (asegúrate de que no pueda deslizarse dentro del saco) es la mejor manera de mantener la cabeza y la cara del bebé al descubierto. Comprueba la clasificación TOG del saco de dormir, que puede servirte de guía para decidir cuál utilizar en función de las distintas temperaturas.
- Añade capas de ropa dentro del saco de dormir si tu bebé necesita más calor.
- Si utilizas mantas, es una buena idea vestir a tu bebé con suficiente ropa para abrigarlo y con una manta fina y ligera. De este modo, si tu bebé da una patada o se escapa de ella, no pasará frío.
Cariño, ¡hace frío fuera! Incluso en invierno, tanto los bebés como los padres deben salir regularmente a tomar el aire, a no ser que haga un frío peligroso. Salir al aire libre ayuda a los bebés a aclimatarse a las estaciones y al ciclo día-noche. Además, suele calmar a los bebés inquietos y puede ser muy beneficioso para la salud mental de los padres. Pero, ¿qué debe llevar tu bebé?
- Viste a tu bebé en capas. Como guía general, vístele con el mismo número de capas que lleves tú más una capa de algodón extrafina. Elige tejidos transpirables y prendas que puedan quitarse y ponerse fácilmente cuando sea necesario, como un mono acolchado. También querrás capas con las que puedas acceder fácilmente a su pañal, para no tener que desvestirlo por completo a la hora de cambiarlo.
- Quítale el abrigo en el coche. Los abrigos no son seguros porque normalmente hay que aflojar las correas del asiento para que quepa el material extra. Esto aumenta las posibilidades de que se produzcan lesiones en caso de accidente. Siempre puedes añadir una manta sobre la parte superior de sus correas hasta que el coche se caliente, y luego retirarla para reducir el sobrecalentamiento.
- Mantén a tu bebé agradablemente abrigado con un abrigo, un gorro o un gorrito para cubrir sus orejas, manoplas y patucos. Utiliza una manta en el cochecito arropando al bebé hasta la altura del pecho, en lugar de cubrirlo con una manta, que podría comprometer la circulación del aire.
- Comprueba a menudo si tu bebé presenta signos de malestar. Tócale la espalda, el pecho o la barriga para comprobar que no tiene demasiado calor ni demasiado frío. Además, su estado de ánimo puede ser un buen indicador de su nivel de confort.
- Lleva a tu bebé en brazos para abrigarlo. Las mochilas portabebés son una forma estupenda de aprovechar tu calor corporal para proporcionarle un calor adicional, pero es probable que tu bebé no necesite un jersey extra, por ejemplo. Sólo tienes que abrigar sus pies y su cabeza, y asegurarte de que su cara no esté pegada a tu abrigo o bufanda.
- Quítate las capas cuando vuelvas a entrar en casa. Tanto si vas a entrar en una cafetería, como si vas a hacer la compra o llegas a casa con un bebé dormido, es importante que te quites las capas en consecuencia.