¿Debo quedarme embarazada?

Louise Bourgeois, MUJER EMBARAZADA, 2008; Gouache y lápiz de color sobre papel; 30 ¾ x 21"

La primera desconocida que se dio cuenta de que estaba embarazada no es exactamente una desconocida. "¿Tienes el número 2 ahí?", me dijo una mujer que trabaja en la tienda de comestibles que frecuenta mi familia, señalando con la cabeza el lugar en el que mi mono se tensaba. En casa, mi hijo estaba aprendiendo a usar el orinal, y yo había consumido tantos medios de comunicación relacionados que al principio pensé que ella estaba hablando de... bueno. Pensé que estaba hablando de otra cosa.

Cuando empecé a intentar tener un segundo hijo, quise saber todo lo posible antes de contarle nada a la mayoría de la gente. Eso significaba ceder cosas a los profesionales de la medicina y a las empresas de pruebas genéticas, y significaba que una historia reproductiva ya de por sí compleja lo era aún más. Significaba que no quería explicar necesariamente que el bulto en mi mono era una decisión que todavía estaba tomando.