Ejercicios para niños: cómo practicar la memoria auditiva y visual
Por memoria entendemos el proceso por el cual se codifica, almacena y recupera información. Trabajarla con los peques a través de diferentes ejercicios para niños es una manera de fortalecerla y desarrollar además otras aptitudes que pueden ayudarles a mejorar su atención y concentración y estimular más sus sentidos. Toma nota de estos diferentes juegos que te indicamos a continuación para realizar con tus hijos y que además te servirán para pasar un rato divertido.
Juego del eco: el responsable que hace de guía dice una palabra y los demás deben hacer el eco de la misma las veces que se acuerde antes de empezar este ejercicio para niños.
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Juego del mensajero: el guía dice a un niño una frase relacionada con alguna actividad a realizar y éste debe repetirla posteriormente a todo el grupo para que la lleven a cabo.
Juego de las cadenas de palabras: el guía inicia la cadena de palabras y el siguiente jugador debe decir la misma palabra más otra que añada significado a la primera.
Juego del “veo-veo”. Cada peque tiene una serie de palabras en una cartulina que pertenece a una determinada categoría (por ejemplo, plantas, animales, nombres propios…). El guía dice una palabra y dos niños al mismo tiempo tienen que buscar quién posee la palabra mencionada.
Juego de las parejas o memory: utiliza diferentes cartulinas con imágenes repetidas y colócalas boca abajo. Los peques deberán encontrar las dos imágenes que sean iguales e identificar dónde están.
Juego de asociación: asociar un sonido a una imagen. Este ejercicio para niños tiene como objetivo que los peques reconozcan el sonido que emita el adulto y lo asocien a una imagen.
Estos ejercicios para niños fomentan, no sólo el desarrollo de su memoria auditiva y visual, sino que sirven para estimular sus sentidos y para ayudarles a centrar la atención. Por otro lado, debes saber que los peques aprenden al escuchar y muchos desarrollan una capacidad auditiva selectiva, es decir, que te hace caso cuando le das permiso para que coma golosinas, pero, por ejemplo, si le dices que recoja sus juguetes, ya no es lo mismo. No te preocupes, no pasa nada, pero sí es muy importante que trabajes con ellos la escucha y que:
Hables con tu hijo constantemente: cuéntale una historia interesante, cómo te ha ido hoy el día, pregúntale qué tal le ha ido a él, adelántale cada cosa que vayáis a hacer, explícale cada acción que vayáis a realizar, etc. Es importante que te acostumbres a narrar actividades cotidianas. Aunque pienses que no te está prestando atención, sí lo está haciendo. Ten también mucho cuidado con lo que dices, pues a esta edad, los niños se convierten en unos grandes imitadores.
Hagas la lectura interactiva: cuando le leas un libro, espera unos segundos antes de pasar a la siguiente página y pregúntale qué cree que pasará después o cómo le gustaría que terminara la historia. Es una forma de saber si ha escuchado lo que le has estado leyendo. Si crees que no ha sido así, vuelve a empezar desde el principio.
Leas su libro favorito: lee en voz alta su libro favorito, intenta hacer una pausa en los puntos clave y pídele que termine las frases. O cuando leas la historia, invéntate algunos detalles importantes para ver si él te corrige y ha prestado atención.
Escuches historias juntos: a todos los peques les encanta que le lean en voz alta. Acude con él a alguna biblioteca o los centros donde desarrollan actividades para niños en los que ofrecen “la hora del cuento”.
Para trabajar en el desarrollo de su capacidad auditiva, también son recomendables todos los ejercicios relacionados con el movimiento. Te recomendamos algunos de ellos, como por ejemplo:
Escuchar música
Son muchos los expertos que recomiendan utilizar la música, no sólo para fomentar la capacidad auditiva, sino también porque es un gran ejercicio para que los peques descarguen energía. Uno de los ejercicios para niños que puedes realizar es pedirle a tu peque que escuche con atención la letra para que pueda aprender los movimientos que después deberá realizar.
Incluir en su rutina ejercicios auditivos para niños
Para ello puedes jugar al clásico “Simón dice…” o inventarte nuevos juegos auditivos. Por ejemplo, puedes pedirle que te traiga un determinado objeto e ir complicando la actividad añadiendo cada vez más objetos.
Cocinar juntos
Selecciona una receta que sea sencilla, léela en voz alta y deja que él vaya haciendo con un poco de ayuda las acciones que estás comentando: que mida las cantidades, mezcle los ingredientes, los remueva, etc.
Usar marionetas para darle instrucciones
Puede ser que tu hijo se haga el loco cuando le pidas que ordene sus juguetes, pero tal vez si lo hace su marioneta o muñeco preferido, te haga más caso. También puedes probar a inventarte alguna canción y utilizarla siempre que vayas a pedirle recoger. No sólo se establecerá como rutina, sino que, al resultarle divertido, probablemente siga tus instrucciones a la primera.
Los ejercicios para niños basados en el movimiento son una gran herramienta cuando son pequeños. Además de servir para descargar energía, suelen ser actividades que les motivan y les divierten. Sólo con motivación y diversión los niños son capaces de aprender a estas edades. No pierdas ocasión de practicar estas actividades con ellos.
Todos los ejercicios para niños que acabamos de comentar están basados en la escucha y el habla. Para una correcta audición es imprescindible trabajar mucho en estos dos aspectos. Además de fomentar sus capacidad visual y auditiva, también tiene otros beneficios:
- Ejercita el cerebro de forma saludable.
- Mejora la concentración.
- Potencia las habilidades cognitivas.
- Aumenta la funcionalidad del cerebro.
- Entrena la memoria visual.
- Aumenta la memoria a corto plazo.
- Previene enfermedades relacionadas con la memoria.
- Ayuda a mantenerse enfocado.
- Aumenta la atención.
- Este tipo de juegos obliga a pensar rápido.