Problemas de la maternidad: discutir sin parar
Tener un hijo es una de las cosas más bonitas del mundo, pero sería mentir no afirmar que la llegada de un bebé pone todo patas arriba. Hasta ese momento, la rutina de una relación de pareja está más o menos establecida, cada uno tiene su espacio, tiempo para dedicarse el uno al otro, tiempo para descansar… Después todo esto cambia y, en ocasiones, surge uno de los problemas de la maternidad: discutir sin parar.
Una de las principales razones por la que esto ocurre es que cuando se tiene un hijo, pasa a ser lo más importante del mundo para la pareja y cada uno hará las cosas a su manera. En ocasiones, encontrar ese equilibrio para llegar a un acuerdo y sembrar unas bases en la educación traerá consigo alguna que otra discusión. No tienes que desesperarte, es normal, sobre todo, si tenemos en cuenta, que nunca hay dos personas iguales, sino que tu pareja y tú tenéis caracteres, opiniones y pensamientos diferentes que hacen que cada uno hagáis las cosas de un modo u otro. Lo importante es llegar a un entendimiento sin tener que discutir.
Problemas durante la maternidad
La maternidad sin pareja
Aunque uno de los momentos más difíciles de la pareja se produce tras el parto, pues es el cambio más importante, la maternidad y la paternidad duran para toda la vida, y es muy importante no olvidar que, al fin y al cabo, un hijo es el resultado del amor entre dos personas. Cuidar siempre nuestra relación, es fundamental para evitar discutir sin parar. Te damos algunos consejos para hacerlo que es importante tener en cuenta siempre, no sólo durante la primera etapa de la maternidad:
- La comunicación es imprescindible: dialogar mucho, hablar de cómo os sentís y, por supuesto, que no todos vuestros temas de conversación giren en torno a los hijos, es una de las herramientas claves para evitar las discusiones.
- No perder la calma: aunque en ocasiones puede resultar difícil, especialmente, cuando te faltan horas de sueño y el cansancio te invade, no hay que perder los nervios.
- Sois un equipo. Pensar en la pareja como un equipo es una manera de evitar confrontaciones. Los dos estáis trabajando con un mismo objetivo: el bienestar de vuestros hijos. Y los dos estáis aprendiendo a ser padres.
- Expresar el cariño. Cuando atraviesas un mal momento o determinada situación te supera, una muestra de cariño es lo único que necesitas. Percibir el amor de tu pareja a veces es la solución para todos los males.