Material escolar para niños: las tizas
Ya os explicamos anteriormente qué características debía tener el material para niños en edad preescolar, pero en esa ocasión no os hablamos de las tizas ¿A qué peque no le gusta utilizar una pizarra? Para ellos son como lienzos mágicos en los que siempre pueden plasmar sus dibujos y dar rienda suelta a su imaginación. Pintar con tizas es un juego muy estimulante y divertido.
Aunque lo ideal sería que pudieran pintar en cualquier lugar que se les ocurra, la realidad es que es necesario establecer unos límites y unas normas. En cualquier caso, es bueno no frenar su creatividad porque entonces perderán la necesidad de desarrollarla. Las pizarras posibilitan que puedan dibujar y pintar cuando les convenga sin causar ningún desastre en casa.
Material escolar para niños: relación entre material y aprendizaje
Material escolar para niños en preescolar
Las tizas forman parte del material escolar para niños en edad preescolar, pero además, utilizarlas también en casa, ayudará a que se familiaricen con él y lo utilicen con mayor agilidad en la escuela infantil. Uno de los kits más recomendados es una pizarra y tizas de la marca Giotto. Con ella, podrás fomentar el hábito del dibujo, pero también podrás jugar al tres en raya o al ahorcado para que se vaya acostumbrando a la grafía. Además, podrás llevártela a cualquier parte o utilizarla como herramienta para entretenerles durante un viaje. Es un kit muy ligero que contiene un asa muy práctica para su transporte. Incluye dos cajitas con tizas de diferentes colores, una esponja limpiadora y una bolsita para guardar las tizas.
Al igual que con el pegamento, las ceras, rotuladores, plastilina y demás material para niños menores de 3 años, las tizas también deben ser hipoalergénicas y no contener ningún material tóxico. Dibujar con cualquier técnica es una magnífica forma de expresión que hará poner en funcionamiento su imaginación y creatividad. Estimula sus sentidos, potencia una buena coordinación viso-manual, potencia la atención y concentración, entrena la lectoescritura mejora la psicomotricidad fina y conecta a los peques con su entorno.