Cómo crear un vínculo seguro con su bebé
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¿Qué es el apego seguro?
¿Llora tu bebé cuando lo dejas? ¿Se recupera rápidamente cuando vuelves? Es probable que esté experimentando un apego seguro. ¿Qué significa eso? La definición de apego seguro en psicología (desarrollada inicialmente y explorada por Mary Ainsworth y John Bowlby) explica cómo la sensibilidad y capacidad de respuesta de un cuidador principal a las necesidades de su hijo crean un sentimiento de confianza, resistencia y seguridad. Las teorías del apego sugieren que cuando los cuidadores son conscientes de las necesidades de su hijo y responden a ellas, el niño desarrolla una sensación de seguridad. También aprenden que pueden depender de su cuidador, lo que crea una base segura que les permite explorar el mundo que les rodea.1
Esta teoría original se basa en cuatro tipos principales de apego.1 Mientras que un estilo de apego seguro indica que tu bebé se siente a salvo y seguro sabiendo que puede depender de ti, los otros tres estilos señalan un vínculo de apego inseguro. Un estilo de apego inseguro puede entorpecer el desarrollo cerebral de tu hijo, repercutir en su desarrollo mental, emocional y físico, y afectar negativamente a su capacidad para entablar relaciones a medida que crece. 2 Esto surge cuando los cuidadores no satisfacen las necesidades de sus hijos, lo que puede ocurrir por diversos motivos. Los tres estilos de apego adicionales son:3
1. Apego amb ivalenteLos niños con apego ambivalente pueden desconfiar bastante de los extraños y experimentar una intensa angustia cuando se separan de su cuidador principal. Sin embargo, su cuidador no suele consolarlos ni tranquilizarlos cuando vuelven y puede rechazarlos o mostrarse agresivo con ellos.
2. Apego evitativoLos niños con apego evitativo suelen evitar a sus cuidadores. Esto puede ser más evidente tras un periodo de ausencia. Aunque no rechacen abiertamente la atención o la presencia de sus padres, no buscan activamente el contacto con ellos ni su consuelo. No suelen tener preferencias entre su cuidador y un extraño.
3. Apego des organizadoLos niños que experimentan un patrón de apego desorganizado con sus padres no suelen mostrar conductas de apego claras. Responden a su cuidador de forma mixta; pueden mostrarse evasivos o ambivalentes. Incluso pueden parecer aprensivos o confusos ante la presencia de su cuidador.
¿Por qué es tan importante el apego seguro?
Desarrollar un estilo de apego seguro con tu bebé es esencial. Cuando satisfaces sus necesidades de seguridad y protección, significa que su sistema nervioso está óptimamente desarrollado. El apego seguro en los bebés permite que su cerebro en desarrollo se "organice" sobre una base de seguridad.4 Sé que suena un poco confuso, pero el cerebro de tu hijo se desarrolla y empieza a dar sentido al mundo utilizando experiencias tempranas para guiarse. Por lo tanto, si tu hijo experimenta una relación temprana fuerte y segura, normalmente se sentirá seguro, tendrá energía para explorar el mundo que le rodea y asumirá que puede confiar en otras personas.
El bebé o niño que experimenta un estilo de apego seguro tiende a encontrar los siguientes beneficios:4
Tener un sano sentido de la autoconciencia
Mejor preparados para identificar sus necesidades, compartir sus sentimientos y pedir ayuda o apoyo para satisfacer sus necesidades.
Mayor empatía
Aumento de los sentimientos de confianza (capacidad de confiar en los demás)
Tener más ganas, disposición y capacidad para aprender (lo que puede aumentar el rendimiento escolar).
Más independiente y dispuesto a explorar o probar cosas nuevas
Ser más resistente o reaccionar mejor ante acontecimientos estresantes
Mejor capacidad para resolver problemas
Relaciones más sólidas y positivas
Tener mejor autoestima
Tener menos probabilidades de sufrir depresión o ansiedad
Consejos para crear un apego seguro con tu bebé
Teniendo en cuenta sus enormes beneficios, es esencial entender cómo desarrollar un estilo de apego seguro con tu pequeño. Aquí tienes algunos consejos para crear un apego seguro con tu bebé:
1. Comer, dormir, repetirEsta es una victoria rápida. Empezarás a establecer rutinas de alimentación y sueño, y como un estilo de apego seguro con tu bebé significa que respondes a sus necesidades (y eres consciente de ellas), esta actividad diaria ya te está llevando por el buen camino. A medida que lo conozcas, empezarás a ser capaz de leer sus señales: "Ah, eso es un llanto de cansancio" frente a "Eso es su llanto de hambre". Esto forma los cimientos del apego seguro, ya que empezarás a seguir sus señales y a responder a sus necesidades.5
2. Conviértete en un detectiveEsta opción llega con el tiempo, a medida que vas conociendo a tu bebé. Puede que sus llantos suenen parecidos, pero ellos te indicarán lo que necesitan. No hace falta que aciertes el 100% de las veces, pero es fundamental que prestes atención a sus expresiones faciales, posturas, etc., intentes averiguar qué quieren decir y respondas. Cada bebé es diferente, al igual que su forma preferida de ser consolado: sacudirlo arriba y abajo, ir a un lugar tranquilo y silencioso, abrazarlo y darle mimos, etc.
Puedes hacer una lista mental de todas las posibles necesidades del bebé e ir tachándolas hasta que te salga bien. Luego, aprende de ello e intenta recordarlo para la próxima vez. Recuerda que los bebés pueden llorar por motivos complejos e inescrutables, así que a veces es cuestión de tiempo, paciencia y contacto contigo antes de que se calmen.
3. CuídateEstar estresada, abrumada, agotada, etc., hace que sea más difícil estar presente y comprometida con tu pequeño. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo cuando toda tu vida se ha visto trastocada por la llegada del bebé. Es posible que te falte el sueño y que la relación con tu pareja, entre otras cosas, cambie. Pero intenta pedir ayuda o aceptarla cuando te la ofrezcan. Asegúrate de que, cuando tengas ocasión, te dedicas al autocuidado. Puedes poner al bebé en el portabebés y hacer un poco de yoga posparto seguro (una vez que te hayan dado el visto bueno en la revisión posparto). Puedes ponerte los auriculares y escuchar un audiolibro mientras das de comer al bebé o mientras duermes la siesta. Intenta dedicarte tiempo a ti misma.
4. Controla tus emocionesSí, después del parto estarás hecha un manojo de hormonas y, a veces, las noches en vela te pondrán de mal humor. Sin embargo, es importante que gestiones tus sentimientos, ya que nuestros pequeños pueden captar nuestro estrés y ansiedad.5 A medida que se alimenten de tus sentimientos, será más difícil calmarlos, lo que agravará tu estrés. Puede convertirse en un círculo vicioso.
Por lo tanto, busca formas de calmarte o tranquilizarte antes de interactuar con tu pequeño. Por ejemplo, respirando tranquilamente unas cuantas veces antes de cogerlo de la cuna. También puedes practicar la relajación muscular progresiva mientras le das de comer o antes de levantarte de la cama por la mañana. Tal vez puedas comprarte una pelota antiestrés, utilizar bolas aromáticas calmantes, recibir un masaje de tu pareja o realizar otras actividades sensoriales que te ayuden a calmarte.
5. Diviértete con tu bebéEs esencial que mantengas el contacto visual, rías, sonrías y disfrutes del tiempo que pasas con tu bebé. Él captará tus señales (es decir, que disfrutas estando con él) y se sentirá unido a ti y reconfortado por tus acciones. No eres un robot, así que no fuerces la sonrisa ni esperes estar feliz el 100% del tiempo. Pero reserva un tiempo al día para ponerte a su nivel y conectar. Procura que sea cuando no esté cansado o sobreestimulado; de lo contrario, podría sentirse más inquieto.
Desafíos para crear un apego seguro con tu bebé
No hay reglas ni un enfoque único para crear un apego fuerte y seguro satisfaciendo las necesidades de tu hijo. Son tan únicos como nosotros y también lo son sus preferencias. Pero otras razones o cosas que suceden en tu mundo pueden afectar a tu capacidad para crear un estilo de apego seguro con tu bebé. Los problemas pueden venir tanto de los padres como del bebé. Por parte de los padres, estos obstáculos pueden ser:6
Falta de sueño
Altos niveles de estrés
Falta de apoyo
Vivir en un entorno inseguro (en casa o en la comunidad)
Depresión, ansiedad u otros problemas emocionales (pueden afectar o dificultar el apego, pero no equivalen necesariamente a un apego inseguro. Por ejemplo, un progenitor con
depresión puede resultar más difícil desarrollar un vínculo seguro, pero eso no significa necesariamente que no vaya a ocurrir).
Experiencias infantiles adversas, como abusos, abandono o una infancia caótica.
Problemas de alcohol y drogas
Los bebés con las siguientes características pueden tener dificultades para establecer un apego seguro:
Algunos bebés son más quisquillosos o difíciles de calmar.
Bebés con problemas en el útero o durante el parto
Bebés que nacieron prematuros o por otros motivos tuvieron que estar en cuidados intensivos
Los que han sido separados de su cuidador principal al nacer
Problemas de salud al nacer o desde una edad temprana
Bebés con muchos cuidadores (cuidadores incoherentes)
Recuerda que no tienes que ser un padre perfecto para crear un vínculo seguro con tu bebé. Lo único que tienes que hacer es esforzarte al máximo y persistir. El apego seguro tiene que ver con la calidad y con tu voluntad de responder a las necesidades de tu hijo, aunque no aciertes el 100% de las veces. Incluso puede ayudar a que el apego sea seguro que reconozcas que no has satisfecho su necesidad y lo corrijas. Esto demuestra tu intención de ser consciente de sus necesidades y tu voluntad de satisfacerlas.
La crianza de los hijos puede ser difícil, no existe un manual, y puede resultar complicada y confusa. Por eso, si tienes problemas con el apego o el vínculo afectivo con tu hijo, es esencial que busques ayuda lo antes posible para que todo vuelva a la normalidad.