La actitud mandona de los niños y cómo manejarla
A veces, los niños mandones son niños; querer controlar su mundo es un hito normal del desarrollo. Pero criar a un niño mandón puede ser una tarea difícil. Entonces, ¿por qué son mandones y cuáles son algunas de las estrategias que puedes utilizar para controlar este comportamiento desafiante?
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Es normal que un niño pequeño o un niño pequeño sea exigente. Están empezando a aprender que sus acciones influyen en el comportamiento de las personas que les rodean y les gusta sentir que controlan su mundo. El control les hace sentirse al mando, con poder y seguros.1 Sin embargo, más allá de la necesidad normal del desarrollo de sentirse en control, puede haber otras razones para ser mandón:
Estructura y rutina: Un niño que prospera con una rutina estricta o que adora la estructura puede ser un poco mandón y gustarle que las cosas sucedan de una determinada manera o a una determinada hora.
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Cambio y control: Querer el control es normal, pero asegúrate de que tu hijo no se comporta así debido a un gran cambio reciente o a algo fuera de su capacidad de control, como una mudanza, el comienzo de la escuela, la llegada de un nuevo hermano, etc. Cuando ocurren cosas importantes, es posible que ejerzan más control sobre las cosas que les rodean para frenar el malestar asociado al cambio.
Ansiedad o preocupación: La necesidad de control (y los consiguientes comportamientos mandones) puede deberse a miedos o ansiedad subyacentes. Algunos niños pueden sentirse impulsados a controlar su mundo para gestionar estas preocupaciones.
El reflejo: Nuestros pequeños copian lo que ven. Como adultos y padres, a menudo les decimos a nuestros hijos que hagan cosas o que hagan que sucedan cosas debido a nuestras propias necesidades, rutinas, etc. Esto puede parecer mandón para nuestros hijos, por lo que copian lo que hacemos. Esto puede parecerles una actitud autoritaria, así que copian lo que hacemos.
Cómo manejar la actitud mandona de un niño
Aunque hay muchas razones que explican el comportamiento mandón o exigente, es posible que usted quiera saber cómo conseguir que su hijo deje de ser mandón.
1.Bueno, no de todo. Pero sí de algunas cosas apropiadas para su edad. Verás que exigen menos cuando se satisface su necesidad de control. Así que déjales elegir la merienda o la camiseta, o dales algunas opciones (no demasiadas, o se confundirán) para que se sientan con poder y al mando.
2. Permítele opinar sobre las normasNo hace falta que dejes de poner límites; piensa en redactarlos de otra manera. En lugar de decir: "Es hora de ponerse los zapatos y lavarse los dientes", podría decir: "Tienes que ponerte los zapatos y lavarte los dientes. ¿Qué quieres hacer primero? La norma o el límite siguen ahí, pero le das cierta sensación de control sobre la situación, lo que puede ayudar a controlar su carácter autoritario.
3. Muestra lo que quieres de ellosMuéstrales lo que esperas de ellos. Como padre, sí, a veces necesitas que tu hijo haga ciertas cosas, pero asegúrate de usar tus modales o de pedir las cosas educadamente para mostrarle lo que necesitas que haga a cambio.
4. Valida lo duro que es cuando las cosas no salen como ellos quierenTodos sufrimos cuando las cosas no salen como queremos, así que diles que lo entiendes. No tienes por qué apresurarte a arreglar o mejorar las cosas. Al estar presente con ellos y demostrarles que comprendes sus emociones y estás conectado con ellas, se sentirán mejor.2
Tal vez tu hijo sea mandón sin darse cuenta de que puede herir o incomodar a los demás. Intenta hacerle preguntas o hazle pensar en cómo se siente cuando sus amigos no se turnan o su hermano mayor le da órdenes. Cuando aprendan a sentir empatía, empezarán a darse cuenta del impacto que tienen en los demás su actitud mandona y su comportamiento.
6. Fomente los turn osAyude a su hijo a aprender a respetar los turnos y a compartir. Puede utilizar un cronómetro o redirigirle a otro juego o actividad, y también hacerle saber lo difícil que puede ser compartir. Aprender a compartir o a respetar los turnos puede ayudar a frenar algunos comportamientos mandones cuando aprenden el arte de dar y recibir.
Ayudar a nuestros hijos a desenvolverse en su mundo social y en sus relaciones es esencial, sobre todo si tienes un hijo pequeño algo mandón. Es posible que necesite tu apoyo para aprender a gestionar sus emociones cuando las cosas no salen como ellos quieren o para encontrar otras formas de jugar de forma más justa y equitativa con los demás. También puede ser útil reformular o encontrar otra palabra para "mandón" que le ayude a explicar cómo se siente con respecto a su comportamiento, como por ejemplo "de carácter fuerte" o "directo". A pesar de sus dificultades, tener un hijo que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo puede ser positivo. Pero es esencial ayudarles a aprender a integrarse, compartir y gestionar para que se conviertan en la mejor versión de sí mismos.