Juegos educativos para niños: juegos que ayudan a crecer de 12 a 18 meses
Como seguramente ya habrás comprobado, a esta edad los niños son auténticos exploradores. Ya saben andar y están interesados en cualquier objeto que haya a su alrededor, por esta razón es muy importante que vuestro hogar esté preparado para esa necesidad que los peques tienen de explorar y que no pase mucho tiempo sin que le tengáis a la vista. Te contamos a continuación cuáles son los mejores juegos educativos para los niños en esta etapa de la infancia.
- Pon a su alcance diferentes cajas, recipientes, bolsos, cestas… con diversos juguetes y objetos que, obviamente no sean peligrosos. Verás que puede pasar muchos ratos divertidos entreteniéndose él solito, sacando y metiendo los objetos, acercándotelos para que los veas o incluso utilizándolos como obstáculos.
- Otro juego que les encanta a esta edad es empujar o arrastrar juguetes con ruedas. Les llama mucho la atención, al igual que las luces y los sonidos.
- Déjale que experimente en el baño y ofrécele envases de plástico con agujeros para que los llene y vea como se sale el agua o un colador. También puedes llenarle las botellas de arroz o cualquier otro ingrediente con mucho cuidado de que no se salga, y fabricar unas maracas caseras ¡Les encanta cómo suenan!
Durante este periodo, es muy importante que intentes no intervenir en su juego, facilitando el juego espontáneo. Es de la manera que mejor aprenden y un recurso imprescindible para su desarrollo emocional y social. La experimentación es clave en el aprendizaje, al igual que el descubrimiento por ellos mismos. Dirigir su juego todo el rato es perjudicar su autonomía.
Juegos educativos para niños: juegos que ayudan a crecer de 18 a 24 meses
Juegos educativos para niños: juegos que ayudan a crecer de 6 a 12 meses
En esta etapa, comprobarás que ellos convierten prácticamente cualquier objeto en juegos educativos para los niños. Los botes de leche, las ollas, las cazuelas, las cucharas y todos los utensilios de cocina que no sean peligrosos, el cartón del papel de cocina o del papel higiénico… A veces las cosas más sencillas, son con las que más disfrutan.