¿Debe el bebé compartir habitación con sus hermanos?

En la sociedad occidental se tiende a meter a los bebés en su propia habitación lo antes posible.

Según la enfermera diplomada y matrona Georgina Dowden, la idea de que los niños deben dormir solos en una habitación es poco menos que extraña, teniendo en cuenta que en muchas otras culturas del mundo es perfectamente normal que los niños duerman junto a sus padres o cuidadores.

"La mayoría de los adultos disfrutan compartiendo la habitación con su pareja y, sin embargo, esperan que sus bebés y niños -que son tan pequeños y vulnerables en nuestro gran y aterrador mundo (que es aún más aterrador por la noche, cuando está oscuro)- duerman solos", dice la señora Dowden.

Compartir habitación con bebés y niños pequeños: Cuándo y cómo dar el paso

Compartir la cama con el bebé: Reducción de riesgos y beneficios

Lo ideal es que los bebés compartan la habitación con sus padres durante los primeros 6 a 12 meses. Esto no sólo protege contra la muerte súbita e inesperada en la infancia (MSI), sino que también favorece mucho más la relación de lactancia. Además, permite a los padres responder rápidamente a los llantos del bebé, lo cual es muy importante.

¿Y los hermanos?

"Por muy bonita que sea la idea de que un bebé menor de un año comparta habitación con un hermano mayor, éste puede encontrarlo molesto, ya que los bebés suelen estar despiertos y necesitan alimentarse y buscar el consuelo de sus padres durante la noche".

Un bebé no se sentirá igual de cómodo compartiendo habitación con un hermano que compartiendo habitación con sus padres.

Sin embargo, no hay ningún problema en que una familia comparta habitación, siempre que se sigan las pautas de seguridad para dormir.

Si los padres planean que todos sus hijos duerman en su habitación con ellos, deben asegurarse de que el bebé duerma en una superficie separada de los demás niños.

Bebés mayores y hermanos

"Sin embargo, una vez que el bebé se convierte en niño pequeño, creo absolutamente que puede ser muy positivo para ellos compartir la habitación con hermanos mayores".

Especialmente si los padres ya no desean dormir juntos o compartir la habitación, permitir que los niños busquen consuelo entre ellos puede ser extremadamente beneficioso.

"Muchos adultos con los que he hablado de esto, cuyos padres no querían dormir con ellos cuando se hicieron mayores, dicen que tienen buenos recuerdos de colarse en las habitaciones de sus hermanos y dormir con ellos en su lugar."

Las noches oscuras pueden dar miedo a los niños y compartir el sueño con los hermanos puede ser muy reconfortante para el niño mayor y el pequeño.

¿Cuál es la mejor configuración?

A partir de los niños pequeños, hay dos configuraciones que pueden funcionar bien.

Una cama doble o matrimonial para que los niños puedan dormir juntos: los padres deben asegurarse de que la altura de la cama es segura para el niño más pequeño en la cama, y unas barandillas bien ajustadas pueden ser útiles para evitar accidentes.

También puede funcionar bien una cama de suelo. Los padres también deben asegurarse de que no haya demasiada ropa de cama blanda ni demasiados juguetes de peluche en la cama, aunque los hermanos que duermen juntos pueden preferir abrazarse entre sí de todos modos, lo que anula la necesidad de juguetes de peluche por completo.

La segunda configuración es tener dos camas individuales, dispuestas en forma de L y los niños pueden dormir con las cabezas juntas, pero todavía en superficies de descanso separadas.

Sin embargo, esta configuración puede no funcionar para los niños que desean estar físicamente cerca el uno del otro, ya que los padres pueden encontrar que ambos niños terminan en la misma cama de todos modos, en cuyo caso una cama doble o matrimonial es más segura que 2 camas individuales empujadas juntas.

Amor entre hermanos

Al fin y al cabo, hay muchas maneras de que los hermanos duerman juntos y, a medida que crecen, suelen encontrar sus propias maneras.

"Creo que si los padres apoyan este acuerdo, descubrirán que, aunque haya tardes llenas de risas y charlas, sólo servirá para reforzar los lazos entre sus hijos, sentando una gran base para unas relaciones sólidas cuando crezcan".