Instrumentos que se pueden utilizar en el embarazo
La mayoría de embarazos finalizan de forma natural, pero existe un pequeño porcentaje en el que la evolución que se produce del parto puede no ser la espera y es necesario disponer de una serie de técnicas e instrumentos médicos para evitar complicaciones y que el final del embarazo pueda desarrollarse lo mejor posible.
Más conocido como parto instrumentado, se utiliza este tecnicismo para hacer referencia a los partos en los que el momento del expulsivo, es decir, aquel en que la mujer debe empujar correctamente para intentar que el bebé descienda, requiere la utilización de un instrumento. Bien puede ser ventosa, espátula o fórceps.
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Ventosa
Es una pieza de silicona, metal o plástico que se introduce en la vagina y se coloca sobre la cabeza del feto. Está conectada con una bomba que hace vacío para ayudar a que el bebé descienda, aprovechando las contracciones de la madre. No sirve para rotar la cabeza.
Espátulas
Hacen la función de calzador para ayudar al descenso de la cabeza del bebé. No están articuladas a diferencia del fórceps.
Fórceps
Son dos ramas articuladas con un agujero en el centro donde se acopla la cabeza del bebé para ayudar en el descenso y rotación si fuera necesario.
A diferencia de lo que se suele creer, utilizar alguno de estos instrumentos no pone en riesgo el embarazo. Por lo general, el parto instrumentado es un procedimiento de gran seguridad que no incrementa la presión sobre la cabeza del feto y además consigue evitar complicaciones graves tanto para el bebé como para la madre. Para la utilización de cualquiera de estos tres instrumentos se recomienda la anestesia epidural. De todas formas, lo mejor es que no vayas con una idea preconcebida de lo que va a ser el parto. Muchas mujeres deciden antes de tiempo que no quieren la epidural, o al revés, y, a veces, son las circunstancias las que vas a determinar los instrumentos que van a ser necesario en esta recta final del embarazo.
